viernes, 11 de abril de 2014

Ciencia y sociedad (en Asturias)

Ya nos habrán visto quejarnos de la, en nuestra opinión, insuficiente divulgación que hace la Universidad de su labor investigadora. También recordarán nuestros lectores veteranos que sostenemos la opinión de que los doctorandos deberían entregar con su tesis una nota de prensa (no confundir con los resúmenes que se insertan en las referencias habituales como la base de datos Teseo) que explicara, en términos accesibles a un ciudadano de cultura media, ya sabemos que lo ponemos difícil, cual es la aportación de esos afanes investigadores al saber humano y a la concreta sociedad que los ha financiado.

Por lo dicho, nos ha llamado la atención que hoy se asome a la portada digital de La Nueva España una tesis doctoral que aparece, además, colocada antes que la noticia de turno sobre el estado de las fibras musculares de Ronaldo. Casi nada. Este es el titular:

enlace a la noticia
Debemos afear al redactor que no incluya en el cuerpo de la noticia el título de la tesis, ¡mira que llamarla estudio!, leída el pasado 28 de febrero por el ya doctor Antonio Fernández Pardiñas: "Origen y diversidad de los linajes genéticos uniparentales de la población asturiana".  Bien recatado y accesible que resulta, para los usos que ya hemos comentado en otra ocasión

No cabe, en cambio, sino valorar positivamente el esfuerzo divulgador del periodista, no sabemos hasta qué punto ayudado por el autor u otros especialistas, porque el resumen de las conclusiones, aunque un tanto simplista, resulta bastante comprensible para la complejidad de la materia tratada:

Los datos obtenidos al secuenciar el ADN mitocondrial y el cromosoma Y revelan una coincidencia casi total entre ambos marcadores genéticos, lo cual sugiere un origen antiguo de las subpoblaciones asturianas, basado en agrupaciones de tipo familiar relativamente aisladas entre sí y con una movilidad similar para ambos sexos.

O sea, que este solar desde el que escribimos está habitado desde antiguo, sin entrar en más detalles de cual sea esa antigüedad, por gentes poco dadas a saltar de valle tanto si se trataba de buscar novia como cuando era un novio lo pretendido.

Compárese, si se cuenta con el humor necesario para abordar un texto mucho mas técnico (y si no, pueden saltárselo), con lo que nos dice el mas docto Teseo: 

En esta tesis se describe el análisis de 486 muestras de ADN procedentes de 61 concejos asturianos. Los datos genéticos uniparentales de los dos marcadores estudiados muestran las señales de procesos de aislamiento y deriva génica, aunque estos no afectan por igual a todo el territorio. Los análisis de estructuración genética muestran la especial diferenciación de un grupo de poblaciones de las montañas del sur de Asturias, atribuibles a una o varias barreras al flujo génico. Estas barreras también se encontraron en las comarcas de los márgenes de la región. Presentan cierta similitud con la localización de accidentes geográficos del terreno, así como con las divisiones sociopolíticas de épocas antiguas, especialmente las prerromanas.

Realizando un análisis comparativo con otras regiones de la fachada atlántica ibérica se encontraron resultados similares, revelando un patrón de estructuración genética a gran escala. Sin embargo, este patrón es leve comparado con el causado por los procesos de deriva en el noroeste peninsular ibérico. Esta zona perteneció al antiguo ¿refugio Franco-Cantábrico?, un refugio glaciar desde el que se cree que se produjo la repoblación del continente europeo tras el Último Máximo Glaciar. El análisis detallado de la composición de haplogrupos mitocondriales de esta área revela evidencias de que el proceso de repoblación se basó en una expansión de rango de las poblaciones, probablemente constreñida por una escasa capacidad de carga del refugio. Este resultado permite reconciliar evidencias previas aparentemente contradictorias acerca de los patrones de diversidad y frecuencia de determinados haplogrupos mitocondriales.

Finalmente, una característica interesante del acervo mitocondrial asturiano se puso de manifiesto en el transcurso de los análisis anteriormente mencionados, y  fue la práctica ausencia de individuos del paragrupo mitocondrial L*, asociado al continente africano. De hecho, la mayoría de las muestras L* de Asturias pertenecen a un nuevo linaje, bautizado como L3f1b6. Los análisis filogenéticos revelan una coalescencia media de 1.900 años para este linaje, mientras que la coalescencia con otros linajes africanos relacionados es de 9.200-10.610 años. Esto, sumado a los análisis filogeográficos, sugiere una entrada antigua de este haplogrupo en la península ibérica, durante el Neolítico temprano y a través del estrecho de Gibraltar, que es compatible con las evidencias independientes obtenidas por otros autores.”

Ya les decíamos que estos textos no valen como nota de prensa.

No podemos negar que nos ha impactado la metáfora “barreras al flujo génico” empleada para referirse a la orografía asturiana. Nos la apuntamos. Lo cierto es que una vez conocedores de más detalles, tenemos que concluir que se ha desaprovechado la posibilidad de crear un titular de impacto acorde con la línea editorial del periódico. Un ejemplo:

Europa pudo haber sido repoblada

por asturianos tras las glaciaciones.

Lo que nos da qué pensar es que para que una tesis doctoral consiga abrirse camino hasta la portada de nuestro diario local sea requisito meter por medio la asturianía. Y, encima, no nos dan el dato que nos vendría al pelo conocer cual es el de la proporción de población que resultó apta para formar parte de la muestra estudiada. En definitiva, cual es el porcentaje de “asturianos mitocondriales”. No sea que alguien repesque aquel último coletazo del nacionalismo de bases étnicas que enarboló Arzallus hace ya unos cuantos años y nos pille sin saber por donde andamos.

Entretanto, presuntas buenas gentes como Dª Inmaculada Rasines Pérez, que el pasado 12 de diciembre leyó "Reproducción en cautividad del lenguado senegalés (solea senegalensis): inducción hormonal a la ovulación y obtención de huevos para la fecundación artificial", siguen condenadas a no tener acceso a las páginas del periódico local. Haber escogido un pez autóctono.



2 comentarios:

  1. Aquí un portador del haplogrupo mitocondrial L3f1b6, nacido en León.
    Mi madre y mi abuela nacieron en la aldea de Villasumil, del concejo de Candín, provincia de León (en una zona muy próxima a la señalada en el estudio de 2014).

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  2. Aquí están listadas siete muestras L3f1b6 (todas españolas), cuatro asturianas, dos leonesas (una es la mía) y otra tinerfeña: http://www.ianlogan.co.uk/sequences_by_group/l3f1b6_genbank_sequences.htm

    Las provincias de procedencia se pueden ver aquí: https://yfull.com/mtree/L3f1b/

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