martes, 13 de marzo de 2018

Otros aviones reconvertidos (1ª parte)


Tras repasar en un anterior apunte algunos aviones reconvertidos en hoteles, y hasta el singular caso de un famoso 747 que pasó de restaurante a iglesia, proseguimos hoy el recorrido por otras aeronaves que han recibido un atípico uso tras dejar de volar. Y lo hacemos con el ejemplo más antiguo que tenemos identificado, la gasolinera Bob's Air Mail Service Station que Bob Spencer erigió en 1934 en la ciudad de Los Ángeles (5453 Wilshire Boulevard). Una instalación que construyó utilizando un Fokker F-32 cuyas alas protegían los surtidores, más del sol, que de la allí bastante infrecuente lluvia. En la foto inferior puede apreciarse que el aparato fue rebautizado como The Happy Landing.


El posterior uso de otros aviones en similares instalaciones ha recurrido, en general, a colocarlos sobre una construcción convencional que permitía contar con una oficina y almacén más funcionales. Un notable ejemplo es el bombardero B-17 que Art Lacey instaló al finalizar la Segunda Guerra Mundial en su gasolinera de Oregón. Una estación de servicio que estuvo operativa hasta 1991, aunque el avión todavía pasó unos cuantos años más en ese lugar hasta ser retirado para su restauración.


Aunque no se trate de un avión real, cabe señalar que a finales de los años veinte un quiosco de comida de Los Ángeles denominado The Dogout (el refugio; 6157 E. Whittier Blvd.), ya lucía una llamativa decoración que recreaba un avión estrellado. La complementaba con una bélica barrera formada con sacos terreros (más fotos en la web de la Biblioteca pública de Los Angeles incluida una de la también aeronaútica, pero menos trágica, decoración previa).

Un ejemplo moderno de la aplicación de un concepto similar es The Quik Stop Mini-Mart que se mantiene en servicio en la localidad californiana de Caruthers.



Y otra moderna utilización de ese tipo de reclamo puede encontrase en el centro comercial Royal Garden Plaza de la ciudad tailandesa de Pattaya. Un juego, que se prolonga en el interior, destinado a promocionar un 'museo' de la franquicia Ripley`s Believe it or not.


El primer avión del que tenemos documentado que fuera habilitado para desempeñar funciones hosteleras es el Sky-Hi Restaurant que fue inaugurado en 1964 en la confluencia de la avenida Cicero con la calle Monroe de la ciudad de Chicago (Illinois). La adjunta postal publicitaria muestra tanto el exterior de ese DC-6, como el interior donde la camarera aparece ataviada cual azafata.

Debajo de la foto adicional del restaurante de Chicago que hemos incluido puede verse un North Star DC4, una especie de híbrido entre el DC-4 y DC-6, que en 1965 comenzó a operar como cafetería en las proximidades del aeropuerto Benito Juárez de la ciudad de México. Aquel establecimiento fundado por el empresario Joaquín Vargas con el nombre de Servicio Aeropuerto pronto fue redenominado como restaurante Wings para convertirse en el embrión de la exitosa cadena desarrollada bajo esa enseña que actualmente solo es una parte del grupo empresarial MVS. Añadimos un enlace a otras fotos de ese avión, tanto en activo como en su función hostelera.

 

De similar época es el Flygkafféet instalado sobre un DC-3 en la población sueca de Norrtälje, pero no podemos concretar con precisión su fecha de inauguración.

 

Nos vamos a Francia para proseguir el recorrido en el desaparecido restaurante Grill-Avia Airplane. Este fue construido en la localidad de Amberieu-en-Bugey utilizando dos aviones Sud-Ouest S.O.30 Bretagne de los que tan solo se fabricaron 39 ejemplares. Este peculiar local, cuyo año de inauguración no hemos encontrado, resultó destruido por un incendio el 20 de marzo de 1971.



Volvemos a Estados Unidos donde Jim Flannery adquirió en 1967 un Superconstellation para utilizarlo como cocktail bar en su restaurante de Penndel (Pennsylvania). Inaugurado en agosto del año siguiente, el negocio pasó por  varios nombres ("Jim Flannery's Restaurant" hasta el 81, "Amelia's Restaurant" hasta el 86, reabierto en 1992 como "The Airplane Family Restaurant and Diner") hasta que la compañía Amoco procedió en 1996 a su retirada para instalar en ese lugar una estación de servicio. Donado al Air Mobility Command (AMC) Museum de Dover (Delaware), fue restaurado a partir del año 2003 para recrear la versión militar de este aparato utilizada por la USAF conocida como C-121C (más detalles).



Un Lockheed Constellation de Air France, un avión más conocido como un "Connie", que es el modelo antecesor del que acabamos de ver, fue convertido en 1976 en restaurante del pequeño aeropuerto de  Grenwood Lake de West Milford (Nueva Jersey), pero fue cerrado al poco tiempo ante el escaso éxito obtenido. Tras languidecer sin uso durante años, en 2005 fue reconvertido en las oficinas de una escuela de pilotaje. La historia detallada de ese aparato puede leerse en el siguiente enlace.




Algo antes, en la isla de Malta ya había sido convertido en restaurante otro "Connie" que abrió sus puertas en 1974 cerca de la pequeña localidad de Kirkop. Un negocio que solo permaneció abierto hasta 1988 y dejó el aparato abandonado hasta resultar destruido en 1977 por un incendio provocado (más detalles de la historia de ese avión). A continuación otro "Connie" restaurante más que prestó sus servicio en el aeropuerto de Toronto, pero de este apenas tenemos datos.




No tenemos datos precisos sobre cuando fue inaugurado el adjunto restaurante emplazado en un DC-7 que estuvo en funcionamiento hasta los años ochenta en la carretera I-75, cerca de la localidad de Byron (Georgia). En el siguiente enlace puede verse su aspecto en 1989, poco antes de ser desguazado.

Retornamos a Francia, en concreto al aerodromo de Chaubuisson, situado a unos 50 km de París que desde 1968 es el lugar de retiro de un Bréguet Dex-Ponts. En 1984 fue transformado en un restaurante que estuvo en funcionamiento hasta el año 2011.

 


En 1986 comenzó a funcionar en la localidad holandesa de Purmerend un restaurante emplazado en un DC-8 cuyo último propietario había sido Air Afrique. Las adjuntas fotos de esa instalación que resultaría gravemente daña por un fuego a finales de los noventa son del año 1993. En el siguiente enlace puede verse una imagen de los trabajos de acondicionamiento realizados en 1985.

Algunos aparatos han llegado a prestar servicio en diversos emplazamientos, como es el caso del restaurante Silbervogel de Hannover  instalado en un Vickers Viscount. Pero antes de abrir al público en 2003 en la citada ciudad alemana, estuvo ubicado en la campiña de Eschershausen donde fue inaugurado en 1971 con el aspecto que puede verse en la postal que se muestra a continuación.


No sigue en uso, en cambio, el Convair 990 que en 1983 fue instalado en un restaurante emplazado en el aeropuerto de Erie (Colorado). Un aparato que en los años noventa quedó en estado de abandono y acabó siendo achatarrado (más sobre ese avión). 


También es de comienzos de los años ochenta el restaurante 'Club 707' instalado en el aeropuerto de Manila en un Boeing 707, pero tan solo hemos encontrado una foto del interior fechada en 1995. 




En Nueva Zelanda un DC-3 fue transportado en 1986 hasta la pequeña localidad de Mangaweka (200 hab.) para servir de reclamo de una estación de servicio situada en la carretera interestal (SH1). Este avión, que forma parte de la pomposamente denominada Mangaweka International Airport, lució durante algún tiempo una tan llamativa como fea decoración a base galletas gigantes que asímismo les mostramos.


Un McDonald's que ha recurrido a un avión, no solo como reclamo, una función de la que hay algún otro caso como este de Springdale  (Arkansas), sino para utilizarlo como comedor, es el de la ciudad también neozelandesa de Taupo. Ese anexo aeronáutico es un DC - 3 retirado del servicio en 1984 con nada menos que 56.282 horas de vuelo, que en 1989 fue instalado por un concesionario de coches para atraer la atención. Pero tan solo al año siguiente fue adquirido por el contiguo negocio de comida rápida para ampliar sus instalaciones.

Y es en tan lejano lugar donde vamos a dejarlo por hoy tras haber repasado una veintena de aviones, aunque con algún infiltrado de puro atrezzo que nunca llegó a sumar horas de vuelo. Decirles, por último, que aún nos quedan muchos más aviones hosteleros pendientes de recorrer. No es una idea tan original como, a primera vista, pudiera parecer y ya habrán inferido que tampoco demasiado exitosa a largo plazo.








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