martes, 15 de mayo de 2018

Lava


Hoy vamos a fatigarles con poco más de 300 palabras; acompañadas, eso sí, de docena y media de fotos.

El Diccionario de la Real Academia, que ha pasado ha ser abreviado como DLE (Diccionario de la Lengua Española) para reconocer el papel del resto de academias americanas, etiqueta dos palabras como procedentes del dialecto napolitano del italiano: gruta y lava.

De la segunda explica que es una voz que deriva, a su vez, del latín labes que significa 'caída, desprendimiento' y también 'destrucción'. Muy expresivo origen.

El caso es que el volcán hawaiano Kilauea lleva desde el 3 de mayo expulsando lava para disgusto de residentes y regocijo de fotógrafos y algunos turistas, por más que las autoridades se estén mostrando poco tolerantes con los curiosos más temerarios. Pero algunas de las imágenes que se están capatando son verdaderamente impresionantes y a recrearnos con ellas vamos a dedicar este apunte. 

Las primeras que mostramos están tomadas en la localidad de Pahoa donde ya han resultado destruidas una treintena de casas.


Muy llamativo es, también, el avance sobre algunas carreteras, con algún coche captado en trance de pasar a convertirse en un recuerdo de este episodio que, sin embargo, no está resultando de los más intensos de ese volcán.


En erupciones anteriores se han captado imágenes bastante más espectaculares. Unos episodios cuya explotación no pasó por alto la industria turística local.


 

Pero de todo cuanto hemos visto sobre buscadores de fotos con lava, nos ha llamado especialmente la atención la surfera Alison Teal acercándose con su tabla a una colada que caía sobre el mar (enlace a un vídeo) y, sobre todo, la pareja de novios fotografiada por Jena Lee. Pone bastante alto el listón de las, siempre imaginativas, rarezas fotográficas nupciales [enlace a una oportuna pieza satírica sobre como las típicas bodas que no parecen típicas bodas son las nuevas típicas bodas].


Como contrapunto final añadimos unas vistosas fotos, que advertimos no son actuales, de la lava de azulada luminosidad que produce el volcán indonesio Kawah Ijen situado en la parte oriental de la isla de Java. Una consecuencia del alto contenido en azufre que los lugareños extraen en una penosa labor que se desarrolla entre pestíferas emanaciones sulfurosas.






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