sábado, 10 de marzo de 2018

Cosas de la lengua (10/2018)



Comenzamos este semanal repaso apuntando algo que hemos echado en falta, y seguro que mucho más lo habrá hecho la ministra Dolors Montserrat: algún artículo sobre la denotación y la connotación de las palabras. Hasta El Mundo Today se ha hecho eco, con una humorística traslación de cartera ministerial, de la que le ha caído a la catalana de parte de la neoinquisición.

Pero más divertido ha sido ver como ha caído un significado miembro de ese tribunal en la trampa tendida por Albert Rivera. Véanlo en la adjunta recopilación. Menudos disgustos da la mala memoria, Garzón. Un apellido que cada vez connota más el vacío.


También ha sido curioso ver a las cadenas de radio y tv pujando por mostrar cual era más huelguistafeminista. Así que tras un noticiario impecable, Hilario Pino tuvo que idear una más bien ridícula explicación: hoy lo hemos conseguido sin ellas, pero volver a hacerlo mañana ya sería imposible. Resulta aplicable lo que leerán en el último párrafo de hoy (quienes tengan la paciencia de llegar hasta ahí). 

Vamos ya con lo que hemos visto publicado. Modistos y costureras tituló Alex Grijelmo su última 'La Punta de la lengua'. Unas colaboraciones que El País sube a su web la medianoche de los sábados. Salda con la misma un compromiso adquirido con Lorenzo Caprile de escribir en defensa del uso de modista como sustantivo de género común. Buen propósito este de intentar hacer decaer el uso de modisto, un machista invento de quienes quisieron separarse del recuerdo histórico de costureras y modistillas. Más difícil parecía hace años llegar a deshacerse de cosas tan feas como orsay.

Pasamos al Laboratorio del lenguaje del Diario Médico, donde la pasada semana nos dejamos sin reseñar la entrevista a Albert Figueras, médico y profesor de la Autónoma de Barcelona, que ha publicado un libro titulado 'La próxima frontera'. Un texto en el que reflexiona sobre la persona y su necesidad de superar fronteras.

El domingo 4, coincidiendo con el centenario del primer caso registrado de la mal llamada «gripe española», que se cobró entre 50 y 100 millones de vidas en todo el mundo, Fernando A. Navarro publicó una breve nota que remite al artículo del año 2006 La gripe ¿española? Un escrito en el que documenta como las potencias que combatieron en la Primera Guerra Mundial nos colgaron ese indeseado mochuelo con la inestimable colaboración de la Royal Academy of Medicine británica.

Al día siguiente, el propio Fernando A. Navarro se ocupó de los Mejicanismos médicos, inspirándose para ello un artículo publicado hace un año por la periodista Mónica Cruz en el suplemento Verne de El País. En esta primera parte tan solo enuncia los 14 que se compromete a explicar la semana próxima. Quedamos expectantes.

Lo subido el miércoles fue un breve apunte en el que el mismo autor especula sobre la etimología de la palabra cosquillas. Difícil que se llegue a dilucidar cual de las dos principales teorías es la buena. Eso si el origen del término es el de alguna de ellas.

Lo último que hemos leído en ese blog es la entrevista a Pedro Carrasco Garijo, el autor de novelas como 'El ruido del arcoiris' (Serial Ediciones), que trata la enfermedad mental, o 'Dónde te has ido', que aborda el mal de Alzheimer. Para titular el apunte recurren a un extracto de sus declaraciones: “La enfermedad mental es la más literaria de todas”.

Fundéu comenzó su ciclo actualizando un anterior apunte (función que etiquetan #puestaapunto) sobre el término facción. Una palabra que ya cabe utilizar como sinónimo de grupo o sector sin desmarcarse de lo dispuesto en el Drae. Y es que hasta 2014 para el Diccionario era exclusivamente voz de tintes violentos: ‘parcialidad de gente amotinada o rebelada’ y ‘bando, pandilla, parcialidad o partido violentos o desaforados en sus procederes o sus designios’.

El propio lunes hubo una segunda entrada con la recomendación de trascribir como Guta el nombre de la región rural siria situada al este de Damasco. La que también se ve escrita como Gouta, Ghouta o Ghuta y, lamentablemente, está siendo devastada por la guerra.

No olvidó Google que el martes se conmemoraba el 91º aniversario del nacimiento de García Márquez. Lo celebró con un doodle en el que desde la cabeza de Gabo fluyen elementos de 'Cien años de soledad' y de Macondo. El centro del universo mágico del escritor colombiano desde 'La hojarasca', que es donde lo nombra por primera vez. Sobre el origen de ese nombre les remitimos al artículo "Un afortunado fitónimo bantú: Macondo" de Germán de Granda que fue publicado en 1971 en el Boletín del Instituto Caro y Cuervo de Bogotá.

El apunte de Fundéu se ocupó del plural de antisistema, un término que se escribe en una sola palabra y es invariable cuando funciona como adjetivo (grupo antisistema, grupos antisistema), mientras que, si es sustantivo, puede ser invariable o formar el plural regular: los antisistema o los antisistemas. La posibilidad de que permanezca invariable obedece a que, en plural, podría interpretarse que se está en contra de varios sistemas, no del establecido entendido en general.

Los urgentes explicaron al día siguiente que el verbo requerir, con el significado de ‘necesitar algo’, se utiliza normalmente sin la preposición de («requerir algo»). Pero apuntan que se está extendiendo su uso, también válido, con de («requerir de algo»), en cuyo caso pasa a ser verbo intransitivo.

El 'Día Internacional de la Mujer' optaron por un oportuno recordatorio de que feminismo y machismo no son antónimos. El primero es, según el Diccionario, el ‘principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre’ y el ‘movimiento que lucha por la realización’ de esa igualdad’, mientras que el segundo se define como la ‘actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres’ y ‘la forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón’. Apuntan  hembrismo como par lingüístico de machismo, pero rara vez lo vemos utilizado y, encima, no nos gusta.

Apuntar también que Juan Soto Ivars publicó en su twitter que las discusiones que tuvimos [en el Consejo asesor de Fundéu] para perfilar esta recomendación fueron de lo mejorcito que me ha pasado allí. ¡Cuenta más, ho!

De las muchas viñetas dedicadas a la celebración de esa jornada, el próximo lunes nos ocuparemos del cliché, con diferencia, más repetido, nos ha gustado particularmente el enfoque de la publicada por Álvaro en La Tribuna de Salamanca. Y es que lo importante con los buenos deseos es que duren.

El Roto también se situaba ayer en la misma línea, aunque con su habitual tono más hosco. Y añadimos una pieza del legado de Forges, un humorista que asímismo nos dejó algún recado sobre estas cosas.

La recomendación de ayer versó sobre la escritura adecuada de las etiquetas. Como ejemplo recurrieron a una de las más utilizadas del momento: #MeToo (la que, como explicamos en el apunte Cerdos y Rameras, en Francia es #balancetonporc; no así en el Canadá francófono).

Autoodio fue la elección del último Martes Neológico cuyo desarrollo corrió a cargo de Carsten Sinner de la Universidad de Leipzig. Y es que esta denominación del sentimiento de rechazo hacia lo propio es, en última instancia, un calco del selbsthass acuñado por la prensa judía alemana hacia comienzos del siglo xx. Un término que gozó de gran difusión gracias al libro 'Der jüdische Selbsthaß' (El autoodio judío), publicado en 1930 por el judío alemán Theodor Lessing.

El autor explica que el concepto aterrizó en España de la mano de la sociolingüística en cuyo ámbito Rafael Ninyoles lo adaptó en 1969 para describir la actitud de abandono de la lengua propia en el País Valencià la Comunidad Valenciana. [Connota cosas el léxico del autor]

El tratado es un neologismo que, hoy en día, también se emplea para denominar el rechazo hacia el propio cuerpo, como ocurre en los trastornos dismórficos, así como para referirse a conflictos de índole política o ideológica. Y también personal, como en este artículo, mísmamente de anteayer, en el que, sin embargo, no se utiliza esa palabra.

Algunas cuestiones lingüísticas trata Javier Marías en su escrito ¿Bendita sea la incoherencia?  que comienza  aplicando un severo correctivo a la jueza y profesora de la Complutense María Gavilán (que el no cita, pero nosotros sí). Y ello a cuenta de alguna de las poco lúcidas argumentaciones que esta vierte en el artículo La prostitución: esto no va de sexo.

Tras tocar el cansino asunto de las portavozas, Marías aún tuvo tiempo de aplicar un segundo correctivo a la catedrática de Filología de la Universidad de Alcalá, Mercedes Bengoechea (que el no cita, pero nosotros sí). Ella es la autora de la frase “Estamos buscando un nuevo sujeto histórico y no hemos encontrado el modelo perfecto. Bendita sea la inconsistencia y el debate”. Y parece que lo remató con un “Ahora queremos una sociedad más justa, y llegaremos siendo incoherentes e inconsistentes”.

La verdad es que ganado se lo tiene con ese ideario que el articulista sintetiza con un “Sostendremos una cosa y su contraria, defenderemos una postura y su opuesta, según nos convenga y a nuestro antojo. No nos pidan que seamos consecuentes, porque aquí se trata de avanzar sin escrúpulos, de lograr como sea nuestro objetivo”. Grado de acuerdo: 100%.






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