sábado, 21 de octubre de 2017

La lengua de la 42ª


Comenzamos este repaso semanal de lo que hemos leído sobre nuestro lengua, con el Martes neológico del Centro Virtual Cervantes que se ocupó esta semana de ficcionar. Un término que se utiliza para hacer referencia al proceso por el cual un hecho de la realidad se convierte (al menos en parte) en ficción. O sea, los bien conocidos relatos basados en hechos reales.

La autora, que es Lucía Bregant, también indica que el término es habitualmente sustituido por ficcionalizar en algunos países americanos como la Argentina desde la que escribe. Y concluye su artículo exponiendo que los límites entre ficción y realidad no siempre son tan claros, especialmente en el contexto de las obras culturales. El verbo ficcionar da cuenta de esta tensión y debería ser incluido en las obras lexicográficas. Y ser prohibido a los políticos, añadimos nosotros

Alex Grijelmo aportó en el artículo  'Puigdemont no hizo al decir' su granito de arena al debate sobre si en Cataluña se proclamó o no la independencia. Grouchesca situación, sin duda. El mismo autor dedicó un segundo artículo, 'El sí, el no y la insinuación', al análisis de la pregunta del Gobierno al presidente de la Generalitat y a la ambigua respuesta que esta dio. Todo bastante agotador. E interesante interpretación de la situación por parte de  Ricardo en su viñeta de El Mundo. Aunque nosotros habríamos puesto la DUI en el lugar de la urna.

Fundéu comenzó la semana con unas claves de redacción para los incendios forestales que, entre otras cosas, invitan a no confundir incendiario con pirómano, violento con virulento o propagar con propalar.

La primera aclaración enunciada enlaza con una viñeta publicada por Esteban en el diario La Razón del martes en la que enlaza con habilidad las dos grandes noticias del día. Aprovecha para ello el habitual uso metafórico que se da a la palabra pirómano. Una idea que también estuvo presente en 'La tira y afloja' del periódico asturiano La Nueva España, mientras que Postigo en El Periódico de Aragón también hizo una referencia al fuego, aunque esta sin pirómanos de por medio.

El martes, los urgentes dieron cuenta de que el vocablo garimpeiro no necesita cursiva ni comillas porque ha sido incorporado a la vigesimotercera edición del Diccionario académico con el significado de 'buscador de oro o de piedras preciosas en el Amazonas'.
Un segundo apunte de ese mismo día recomendaba la transcripción Al Raqa, con artículo y la letra q, del nombre de la población del norte de Siria cuya liberación se anunció en esa jornada. No es muy pedagógico que lo ilustremos con la viñeta que publicó Plantu en Le Monde, pero es el único humorista que se ocupó del asunto entre los que seguimos.

Gramático paso del ecuador semanal el de Fundéu con la explicación de que, dado que en la estructura 'mucho más + sustantivo' la palabra mucho es adjetivo, debe concordar en género y número: mucha más libertad, no mucho más libertad.

Al día siguiente se ocuparon de dar por buenos los términos contraopa y antiopa, too esto a cuenta de la situación que vive Abertis. Y ayer viernes doble apunte. El primero recuerda que lacrimógeno, y no lagrimógeno, es la forma adecuada del adjetivo que alude a lo que irrita los ojos y produce lagrimeo. Y el que cerró su serie explica que la sigla PASO, que alude a las elecciones previas a las legislativas que se celebran mañana en Argentina, se desarrolla con iniciales minúsculas en todas sus palabras: primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias.

El Laboratorio del lenguaje del Diario Médico comenzó su periplo semanal aclarando que la forma correcta de referirse en español al aumento anormal del número de micciones es polaquiuria, del griego πολλάκις (pollákis: muchas veces), y no poliaquiuria formado a partir del prefijo poli- (de πολύς polýs: mucho, numeroso, frecuente). Un frecuente error ocasionado por la tendencia a buscar una semejanza con ‘poliuria’ (aumento anormal de la diuresis).

La menopausia también tiene su Día Mundial, el 18 de octubre, una fecha que el blog médico aprovechó para explicar la diferencia entre ‘climaterio’ y ‘menopausia’. La primera es el cese permanente de la menstruación femenina, mientras que el climaterio es el período de la vida en que cesa de la actividad gonadal. Así que este también lo tienen los hombres.

El apunte del viernes estuvo dedicado a la anonimización, el proceso de conversión de datos personales en anónimos tan importante en tiempos de tanto celo sobre la protección de datos. José Ignacio de Arana se plantea si no se podría sustituir tan feo término, pero no aporta una alternativa satisfactoria.

En cuanto al lenguaje gráfico nos ha parecido muy interesante la representación que hizo Ricardo Martínez en El Mundo de una tabla de salvación. Ello por más que Pinto & Chinto nos recordaran desde La Voz de Galicia que el independentismo se agarra a todo. Simpático se nos hace que Manuel Conthe denomine a la de Puigdemont 'la estrategia de Luis Suárez'.


Para concluir, celebrar con cierto retraso el décimo aniversario del alumbrado púbico (sic) de Zaragoza, una ciudad que aun mantiene tapas de registro con esa divertida errata. Dicen que también quedan algunas con igual 'problema' en Rivas Vaciamadrid.







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