sábado, 2 de septiembre de 2017

La lengua de la 35ª


El Martes Neológico del Cervantes se ocupó esta semana de zona cero, nuestra versión de la expresión inglesa ground zero. La que comenzó a utilizarse con motivo de los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki para designar el territorio situado inmediatamente debajo del punto donde explotaron las bombas (que se detonaron a unos 600 y 470 m de altura respectivamente). Pero el salto al idioma español se produjo a raíz de los ataques terroristas de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York, para extender desde ahí su posterior aplicación a cualquier lugar en el que se sitúa el foco de un desastre.


La zona cero de Nagasaki antes y después de la bomba del 9 de agosto de 1945;
un préstamo de la Wikipedia

Nos ha llamado particularmente la atención el catastrofista final del artículo, porque forma parte de una línea de pensamiento que vemos bastante extendida. 'En el mundo, a medida que pasa el tiempo, las zonas cero están aumentando, ya sea por un ataque bélico, que en algunas regiones puede ocurrir a diario; o por un accidente fortuito, que siempre está esperando que alguien cometa un error o que algo falle; o por causa los desastres naturales que, con el cambio climático y el daño al ecosistema causados por la humanidad, son cada vez más frecuentes y tienen un impacto cada vez mayor.'

Las personas que sostienen tan pesimista visión bien podrían dedicar un poco de tiempo a repasar las tremendas catástrofes vividas por la humanidad en el pasado (ver una lista). Unas circunstancias para las que hoy estamos muchísimo mejor preparados. ¿Contabilizaríamos ahora millones de muertos por inundaciones como las que ha vivido China en el pasado? Si nos vamos a los accidentes, y esta misma semana repasábamos las mayores explosiones vividas en España, ¿son imaginables hoy mortalidades como la ocasionada por el Cabo Machichaco o tragedias mineras con balances de fallecidos tan brutales como los registrados en nuestro país hace algo mas de un siglo?

Eso por no entrar en le terreno bélico y darnos una vuelta por las pavorosas zonas cero de la Primera Guerra Mundial como fueron el Somme o Verdún con su bien largo millón de cadáveres. Así que dejémonos de truculentos catastrofismos y preocupémonos de seguir mejorando la forma de afrontar con inteligencia y serenidad lo que pueda venirnos. Afortunadamente, las zonas cero, y ello a expensas de la que puedan armar el dictador norcoreano y el disparatado presidente americano, en general, son ahora bastante menos mortíferas que en el pasado.

Nos vamos al Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico. Siglas chulas es un artículo que se ocupa de las que buscan connotaciones favorables o autoexplicativas. Fernando A. Navarro declara que su favorita es la elegida por la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR), pero en su escrtito encontrarán los significados de otras como AMADA, ANDA o CRECE.

También se ocupa de algunas siglas que han  perdido atractivo por abuso, como es el significativo caso de IDEA. Cita entre sus usuarios al Instituto de Estudios Ambientales (de la Universidad Nacional de Colombia), el Instituto de Estudios Avanzados (de Venezuela) o el grupo andaluz 'Interpretación, Desarrollo y Educación Ambiental'. Aunque este hace trampa al prescindir de dos palabras de su nombre completo que es 'Interpretación del Patrimonio, Desarrollo Sostenible y Educación Ambiental'.

Y si hay quienes fuerzan la sigla, también hay nombramientos que las fastidian, como le ocurrió al 'Instituto de Estudios Asturianos', fundado en 1945, cuando Juan Carlos de Borbón le concedió en 1992 el título de Real que hoy ostenta y ha convertido su sigla en RIDEA.

Segunda ¡y última! entrega de 'El médico, los pacientes y el lenguaje de las consultas' que esperábamos desarrollara con ejemplos la problemática de comunicación entre médicos y pacientes. Para nuestra decepción, José Ignacio de Arana se limita a reclamar una mayor formación de los médicos en el uso habitual del lenguaje y a denostar el mal periodismo, así como cierta televisión, por ser las fuentes de no pocos disparates.

Preocupante, entretanto, ver como proliferan las quemaduras, y hasta algún muerto se habría producido, en estúpido retos con agua hirviendo que imitan el del cubo de agua helada desde la más absoluta estupidez. No es fácil combatirla en una sociedad en que tantos adoran la adrenalina mientras desprecian el conocimiento.

La 59ª entrega de Las apariencias engañan… se ocupa, entre otros 'falsos amigos', del catalán peces que significa piezas, mientras que los del mar son por allí peixos. En ese breve apunte también pueden leer sobre posibles confusiones con chuchos y bufandas alemanas.

Fundéu comenzó la semana aclarando que orbital no significa mundial, porque es palabra derivada de órbita y no de orbe. Google nos permite localizar en algunos medios deportivos sudamericanos los ejemplos de mal uso aportados cuya procedencia los urgentes tienen la gentileza de no señalar.

La víspera de la Tomatina de Buñol se ocuparon de recordar la forma correcta de escribir el nombre de ese festejo cuya dinámica basada en tirarse un sabroso alimento no acaba de entusiasmarnos. Y ello por el fuero y no por el concreto tomate huevo. Pero qué cantosa excusatio non petita resulta esa donación de 14 t de fruta, que eso es el tomate, frente a las 160 que se desparraman.

El miércoles publicaron un recordatorio sobre la forma correcta de escribir a quemarropa, mientras que al día siguiente se afanaron en promocionar destripe como alternativa al anglicismo spoiler. Valiente intento, pero dudamos que cuaje.

Y como último apunte de la semana, una reseña de que en baloncesto femenino tanto cabe decir la alero como el menos utilizado la alera.

En el lenguaje del deporte también hemos visto consolidarse el uso del adjetivo antijeque que viene aplicándose a las cláusulas de rescisión de muy elevado importe. Como los 500 millones del madridista Asensio. Y menuda burla al llamado fair play financiero el del tal jeque.

También ha sido en el ámbito del deporte donde hemos aprendido el poco deportivo 'troia bocchinara' que le soltó el pasado miércoles Fabio Fognini a la jueza de silla durante su primer partido en el US Open. Un 'puta chupapollas' que propicia un bastante sonrojante victimismo feministista (1) en la crónica de Isabel Valdés (enlace a la noticia). La recomendaríamos que repase las lindezas que soltaba McEnroe a los piticlinados jueces. A nosotros, este asunto nos ha suscitado una lingüística duda: ¿cual serán la últimas palabras interesantes llegadas a nuestro idioma desde el italiano? Apostamos que son culinarias.

Y hablando de conocimientos de italiano, nivel turista básico, curioso lo de TVE en cuyo Telediario del 30/8 (min 42:20 del video del programa) hemos escuchado decir en una crónica sobre el arranque del festival de Venecia que 'en vaporetto, como es tradición, llegaba la primera estrella Matt Damon'. Mande usted enviados especiales hasta Italia para que luego no sean capaces de distinguir lo que allí llaman un vaporetto, típico transporte público veneciano, de un motoscafo, en español una motora, que son las que utilizan los glamurosos invitados para desplazarse por la ciudad de los canales. Como la supuestamente ocupada por el actor americano que mostraban en el video.

De una torpeza, ciertamente menor, pasamos a un penoso ejemplo de periodismo engañoso, aunque sea referido a un asunto bastante intrascendente. Pero detrás del adjunto titular del digital El Confidencial no hay mas que un involuntario golpe que resumimos debajo con tres tomas del video. Y aunque hay que reconocer que lo ocurrido encaja en la primera acepción de bofetada, 'golpe que se da en el carrillo con la mano abierta', la acción del militar no es lo que entendemos por una de ellas. Una buena muestra de lo difícil que es conseguir definiciones que combinen brevedad y precisión. Y también de las sucias argucias que emplean algunos medios para generar clics en sus noticias.



Ilustrar expresiones del lenguaje es un ejercicio que no se ve con mucha frecuencia. Por ello es mas destacable la versión del 'retorno escalonado' publicada por Forges. Pero se nos hace torpe el calificativo de chorrada cuando el subconsciente trabaja bastante mas de lo que creemos. Y ello cuando no parece difícil encontrar otras opciones tanto o más expresivas. Ahí va nuestra propuesta para un bocadillo un poco más colaborativo con los objetivos de la DGT: merkeliano esto del 'retorno escalonado'.

El artículo 'Me dijeron que eras malo' publicado en El Mundo por el psicólogo José Manuel Aguilar Cuenca nos introduce a la alienación parental. Lo que nuestras abuelas llamaban malmeter, según aclara el autor. Una contemporánea forma de abuso que crece espoleada por los numerosos divorcios contenciosos que se producen.

En un terreno mucho menos grave, El Comidista se ocupó del veterano debate entre quienes dicen mayonesa, que son una amplia mayoría, y quienes prefieren utilizar mahonesa. Un artículo en el que asímismo se incluye una referencia al interesante concepto del 'cochinerismo' culinario. Igual también cabe dar uso a cochinerismo parental y alienación culinaria.

Ya para terminar, señalar que nos ha parecido interesante el enfoque cuántico de la cuestión catalana, subcarpeta complot contra los mossos, realizado por Juan Soto Ivars en el artículo publicado en El Confidencial con el título Los Mossos de Schrödinger contra 'El Periódico Cuántico de Catalunya'. Y qué decir de ese menguante mayor que tan ponderado parecía al principio y ha resultado ser un sectario, a más de mentiroso, de mucho cuidado. Quedamos a la espera de ver las órdenes que dicta el 1-O. Será un buen día para hablar de esa cooperación policial que tantas bocas llena.





(1) una propuesta para intentar diferenciar del primigenio feminismo, el del diccionario, el ejercido desde el victimismo y el antimachismo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario