martes, 1 de agosto de 2017

El metro en The New Yorker (I)



El metro es el protagonista de la portada del último número de la revista The New Yorker. Y lo es con una infernal representación a cargo de Bob Staake que se aleja del mas frecuente recurso a ese medio de transporte como mero escenario en el que los artistas suelen poner su foco en los usuarios. Para no alargar mucho el apunte de hoy, hemos decidido restringir la compilación de portadas emparentadas, por razón de escenario, con esta primera de agosto a las que incluyen la vía y el tren en su composición. Otro día nos ocuparemos con mas detalle del pasaje.

Comenzamos contraponiendo ese diabólico metro, línea H de Hell, con la atracción de feria que proponía Peter de Sève en diciembre de 2006. [1]



Buscamos ahora los orígenes de esta ferroviaria serie en la primera aparición de ese medio de transporte urbano en la revista neoyorquina. Una curiosa vista cenital realizada por Adolph K. Kroneng para el número del 22 de septiembre de 1928.

El mismo artista llevó a la última tapa de noviembre de 1929 la vista de un convoy en la estación de la calle 59. Una imagen que hemos emparejado con la ilustración de Robert Tallon de noviembre de 1945 en la que unos pilares con un patente roblonado cobran inusitado protagonismo en una estación de la línea E.

 

Vamos ahora con dos visiones de la vía desde el interior de un coche, vagón si les place, aunque para los ferroviarios esos tan solo son los de mercancías. La de marzo de 1947 es de Abe Birnbaum y la de abril de 2011 de Edward Koren.

 

Proseguimos con una pareja de amaneceres (aunque la luz del segundo invite a pensar en una puesta de sol, la vista esta inequívocamente orientada hacia el este). El de junio de 1940 plasmado por Victor De Pauw y el septiembre de Eric Drooker de 2011 con el Luna Park de Coney Island como fondo.


La vista del andén y sus ocupantes también es un motivo habitual. Con las restricciones que hoy nos hemos impuesto cabe traer una ilustración de 1995 también de Eric Drooker titulada 'Time tunnel' en la que el artista se recuerda de niño cuando de la mano de su madre dudaba si algunas representaciones de animales no serían capaces de cobrar vida. Otra creatividad con una composición análoga es la de abril del 98 en la que Harry Bliss convertía a un típico conejo de pascua de esas fechas en un usuario mas del metro.


Cerramos este repaso con una tercera creación de Eric Drooker publicada en 2015 que el artista confesó inspirada en la playa de Rockaway del barrio de Queens.







 [1] Un antecedente de esa creatividad es la siguiente viñeta de Chas Addams que sentimos no tener fechada.






Adenda 3/2018: Una nueva y muy primaveral referencia al metro en el número fechado el 12 de marzo de 2018.






Adenda 7/2019:  “The Commute” es el título de la ilustración de Christoph Niemann para el cuarto número de junio. Una atestada pieza que cuenta con versión animada. 

Una de las tapas con las que se complementa la presentación, la de Roz Chast titulada “Subway Man” (30/6/2008) nos ha recordado que habíamos omitido en esta serie de apuntes las portadas inspiradas en el plano del metro: la ya citada, con la red dispuesta sobre una antropomorfa Manhattan, y la titulada “Second Avenue Line” (5/3/2012), un muy demorado proyecto al que la misma ilustradora dotó de un muy imaginativo trazado.   

 





No hay comentarios:

Publicar un comentario