domingo, 28 de mayo de 2017

La lengua de la 21ª (2ª parte)


Proseguimos nuestro interrumpido recorrido lingüístico con el apunte 'A la medida humana' publicada el jueves en el Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico. En el mismo se repasan algunas unidades de medida de uso habitual antes de la implantación del Sistema Métrico Decimal. Palmos y pulgadas, codos y jemes encontrarán ahí. Por nuestra parte, vamos a completar la referencia a las varas grabadas en muros que se hace en esa entrada del blog médico con un enlace a un ampliamente ilustrado artículo de Ángel Requena Fraile que hemos encontrado mientras buscábamos una imagen de la vara de la Plaza Chica de Zafra.

Temblores nos dan cuando la pseudoprotonacionalista prensa asturiana se pone lingüística. Y esta semana La Nueva España nos ha obsequiado con un artículo titulado "Las cinco palabras que en Asturias significan algo diferente". Por si no fuera poca osadía ese inicial artículo determinado, don R. García  comienza su escrito pretendiendo que llamar "rizosa" a una persona con el cabello ensortijado sea un asturianismo. Nuestro sincero consejo es que escriba menos y viaje más, caballero.

Más de acuerdo estamos con el resto de su texto, aunque tenemos alguna duda sobre el ámbito geográfico del uso de playeros para denominar a las zapatillas deportivas. Y lo que nos ha sorprendido vivamente es encontrar en Amazon una "pistola de agua de chiscar". Se la enseñamos.

En El Confidencial hemos leído un artículo sobre el stealthing (en sigilo, secretamente) que, según explican, consiste en quitarse el preservativo en medio de un acto sexual sin el consentimiento de la pareja. Sorprendente hijoputez.

Notable berrinchete el que se ha pillado parte del feminismo más combativo a cuenta del "creo que no hay que ser feminista ni machista, yo creo que los extremos nunca son buenos ni para un lado ni para el otro" proclamado por una influencerLa periodista Ana Alfageme hasta ¿se inventa? 'womansplaning' para mandarle un recado titulado "Paula Echevarría, ¿por qué no te callas?". Eso en la portada digital de El País porque, al clicar, ese título se trastoca en "Un pequeño 'womansplaining' para Paula Echevarría". Un cambio que no debería tener que ver con la coincidencia con el del artículo ¿Por qué no te callas? publicado por Rebeca Yanke en El Mundo porque este, teóricamente, es posterior.

Imaginamos que será mucho pedir que la explicante 'teclilla' sea capaz de comprender que el propio tono de su escrito deja claro por qué hay tanta gente que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres y que, sin embargo, no se considera feminista. Todo un interesantísimo mundo el de las connotaciones del lenguaje. Y, afortunadamente, somos muchos quienes no estamos por la ira como motor del cambio social. Igual se entiende mejor con una viñeta de Anatol Kovarsky.


Congratulémonos, por lo pronto, de que el marido de un primer ministro haya dejado obsoleta la denominación 'cita de las primeras damas' en las cumbres de la Otan. Y encima chafándole el protagonismo a Melania (más sobre eso) que esta vez no cedió la vez a la llamada "first daughter". ¡Vaya pareja! La adjunta ilustración de los esperpénticos tocados para la vista papal está tomada de una viñeta de Steve Bell.

Lo que no hemos encontrado, precisamente cuando una curiosa noticia ha puesto de manifiesto como las leyes absurdas conducen a situaciones absurdas, es ningún artículo dedicado a valorar qué le pasa a una sociedad en la que los publicitas consideran que la mejor representante del concepto #somosSMARTgirl es la anteriormente citada actriz asturiana.

Cambiamos de registro. Victimismo es una palabra que bien merece una reflexión tras leer las vomitivas declaraciones  del padre del homicida de un anciano en un paso de peatones. Contra todos los testimonios de los testigos que ha mostrado la televisión, el inicialmente declarado muerto (esa era fue la causa aducida para la prisa) se descuelga con que el occiso "al saber que era gitano empezó a insultarlo" [a su hijo]. Victimismo de la peor especie. Minorías escudadas en su condición, a más de en abyectas mentiras, para tratar de justificar comportamientos absolutamente inaceptables. Lo de la prostituta para encubrir a la acompañante ya es de telenovela (remala). 

Es notable, además, como el uso de la palabra gitano ha sido tabú para los medios hasta su utilización por el papa/papá. Cuanta posverdad al supuesto servicio de la no discriminación que no hace sino obviar la parte de responsabilidad en su situación que corresponde a los discriminados. Hay buenismos que matan.

Nos vamos a la prensa británica porque en el diario británico The Guardian hemos encontrado una interesante columna titulada "Griefsploitation: an advertising trend that needs to die"Arwa Mahdawi explica en la misma la creciente 'explotación' de los sentimientos de pena (grief) por parte de la publicidad. Una tendencia que puede llegar a traducirse en que te entren anuncios de viajes cuando navegas por la red símplemente porque Facebook ha detectado que ya no subes fotos con tu pareja. Cosas veredes, amiga Sancha.

Y hablando de anglicismos, la éticamente lamentable "compra" por el PP de un voto canario (por la nadería de algo más de 200 millones) es la que suscita un artículo de Manuel Conthe dedicado a explicar la expresión inglesa pork barrel.

No queremos dejar de dar nuestra enhorabuena a Sergio Llul por ese nombramiento como MVP de la Liga de baloncesto, pero llevamos muy mal tan ridícula forma de copiar a la NBA. Donde esté "mejor jugador" que se quite esa sigla que encima es requisito pronunciar en inglés: emvipi. El mirilenguje (dedicado a los espectadores de Masterchef).

Sin salir del deporte, tanto se han soltado cosas como estoy al 200% que Griezmann se ha descolgado con que tiene un 60% de posibilidades de ir a Manchester y un 70% de quedarse en el Atlético. Es lo que hay. Y casi 4 millones de seguidores en Twitter.

Ya para terminar, constatar que el concepto del 'carril guiri' utilizado en un artículo publicado en El Español  sobre los problemas de la masificación turística ya lo habíamos visto antes en forma de ilustración. Les dejamos con la portada de Bruce McCall para el número del semanario The New Yorker fechado el 3 de octubre de 2011.






P.S.- Malo es que nuestro sistema legal carezca de armas para retirar de la circulación a ciertos indeseables. Pero que La Nueva España  dé a las noticias relacionadas con tal gentuza tratamientos como este es puro tontolculismo.




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