jueves, 13 de abril de 2017

Numerónimos (II): contando y sustituyendo letras


Cada vez se nos va más 'el tarro'. Nada menos que desde el 19 de noviembre tenemos en suspenso la serie dedicada a los numerónimos que iniciábamos entonces con los utilizados para denominar fechas. Cierto que tampoco ha sido un apunte de los más leídos. A ver si esta continuación recibe más favor.


Una tipología de esas peculiares palabras formadas por letras y números que cuenta con larga tradición es la que tiene por objeto evitar la cacofonía producida por la repetición de una letra dentro de una sigla. Para conseguirlo cabe sustituir el grupo de iguales por el número de sus integrantes que se antepone o pospone a una solitaria representante de la letra que así deja de repetirse.

Un ejemplo bien antiguo de la primera opción es la marca 3M que fue adoptada a principios del siglo XX por la Minnesota Mining & Manufacturing Co. (enlace  a una historia gráfica de su logotipo). Y uno moderno de posposición del número es el W3C con que es conocido el World Wide Web Consortium. Lo que no deja  de ser una extensión de la costumbre de abreviar World Wide Web como W3. Pero los ejemplos son bastante numerosos como repasamos en el anexo a este apunte en el que incluimos el curioso caso de la desaparecida empresa 3com en la que el juego se aplicaba a una entera sílaba. 


Un mecanismo de creación de numerónimos muy querido por algunos informáticos es el consistente en sustituir las palabras largas por su primera y última letras enlazadas por el número de las omitidas. Así internationalization pasa a ser i18n, localization l10n y accessibility a11y. Traemos los ejemplos en inglés porque en español es un recurso poco utilizado. En el siguiente enlace pueden encontrar algunos más.

El origen de esta práctica se cuenta que está en la simplificación de códigos que aplicaba un administrador de sistemas la desparecida compañía DEC (Digital Equipment Corporation) para identificar a los usuarios con apellidos largos. La cosa habría comenzado convirtiendo a Jan Scherpenhuizen en la usuaria s12n, un nombre que solo difiere en el numeral del código s19n de systems administration (los espacios no se cuentan).

Otra variante bastante poco utilizada es recurrir a la inicial de la palabra seguida del número de letras, en este caso normalmente incluida la primera. El ejemplo más significativo de este uso procede del campo de la ludolingüística. Fue Everett M. Smith quien allá por 1935, siendo presidente de la National Puzzlers' League (N.P.L.), se inventó el palabro pneumonoultramicroscopicsilicovolcanoconiosis
para denominar la de otra y mucho más sencilla manera conocida como silicosis. El caso es que al Oxford English Dictionary le hizo gracia la cosa y decidió incorporarla convirtiéndola en la palabra más larga incluida en un diccionario de inglés. Pero las pocas veces que se utiliza tan inmanejable invención suele hacerse abreviada como P45.

Un mecanismo similar es el que está detrás de la denominación E15 que en ocasiones se aplica al volcán islandés Eyjafjallajökull de poco amigable pronunciación. Pero nótese que en este caso no se cuenta la inicial. En este artificio es patente la búsqueda de una analogía con la montaña conocida como K2 cuya denominación no responde, en cambio, a un juego de este tipo.

El nombre del K2 procede de la anotación usada por Thomas Montgomerie en un croquis realizado desde el monte Haramukh en el curso del Gran Proyecto de Topografía Trigonométrica de 1856. El identificado como K1 en ese dibujo pasó a recibir el nombre Masherbrum que le daban los lugareños, pero el poco visible desde zonas habitadas K2 parecía no tener una denominación local, por lo que se quedó con el escueto identificador del croquis. El que adicionalmente refleja su ordinal en el escalafón por altura de las montañas del mundo (más detalles).

Cuando Bill Kirschner se asoció en 1961 con su hermano Don para fabricar esquís a provechando la tecnología de manipulación de fibra de vidrio que utilizaba su padre para fabricar jaulas para animales, aprovechó la coincidencia de la doble K que formaban sus apellidos con el nombre de la segunda montaña más alta del mundo para adoptar como nombre de su marca K2. Un oportuno doble significado.

El quitamanchas K2r también es, según se lee en la web de su franquiciado australiano (enlace), un homenaje a esa montaña. Ahí nos cuentan que el inventor de la fórmula habría sido un italiano admirador del montañismo, cuyo nombre no tienen el detalle de darnos, que quiso homenajear a sus compatriotas que en 1954 ascendieron por primera vez ese 'ochomil'. Una interesante historia no exenta de polémica. El caso es que este inventor habría ido probando fórmulas que iba identificando con la secuencia del alfabeto hasta que a finales de los años cincuenta llegó a la versión r que fue la que consideró satisfactoria. Había nacido el K2r. Se non è vero, è ben trovato.

Pero nos hemos ido completamente del tema de las palabras formadas por conteo de letras para meternos en el muy poblado territorio de las marcas alfanuméricas para el que hoy no tenemos espacio. Así que vamos a pasar a otra categoría diferente de numerónimos cual son los creados sustituyendo letras por números de aspecto similar.

Uno de los cambios que requiere menos imaginación es la permuta de eles por unos como hacen algunos logos del surfista Kelly Slater para significar el número de campeonatos del mundo que ha conquistado. Y es notable que ya había quien le había diseñado el símbolo para representar un nuevo triunfo que, de momento, no ha llegado a conseguir.



Otra sustitución habitual es la de la E por el especularmente similar 3. Nada menos que un trío de ellas se aplica en la marca de moda skate Ezekiel a un logotipo en el que también se añade un uno en la función de i y un 7 invertido a modo de L. Difícil cargar más la suerte.

El cambio de la A por un 4 también es bastante frecuente. Un interesante ejemplo combinado de la sustitución del 3 y el 4 nos lo proporciona el jugador de baloncesto de origen nigeriano Hakeem Olajuwon. Este aplicó ambas para aprovechar que lucía el número 34 en su camiseta en los Houston Rockets, un equipo en el que formó junto con Ralph Sampson el dúo de pivots conocido como las “Torres Gemelas”.

Y es que se daba la afortunada circunstancia de que Olajuwon recibió el sobrenombre 'DREAM' para significar el triunfo en el baloncesto profesional de Estados Unidos de un jugador nacido en una aldea africana. Un bien explícito ejemplo del 'american dream' que tanto esta cambiado ahora para los inmigrantes. Así que ese apodo ofrecía la serendípica posibilidad de insertar el número de su dorsal para crear DR34M que es la marca con la que este jugador retirado de las canchas en el año 2002 comercializa diversos productos. El código que asímismo utiliza como identificador de su twitter.



En clave local astur cabe anotar que una doble sustitución similar puede verse en el logotipo del Colegio de Economistas de Asturias que convierte su sigla en C34. Pero no tuvieron la suerte de que esas transformaciones hicieran coincidir el símbolo con el identificador de la provincia cuyos códigos postales comienzan por 33. Al menos es el código numérico que tiene asignado España.

Volvemos al deporte para ver como el corredor de motociclismo Aleix Espargaró utiliza en su logotipo una sustitución de una A por un 4, lo que combinado con el uno en que convierte el palo vertical de la adyacente L le permite hacer visible en su nombre el número 41 con que compite.

Otra sustitución muy natural por la analogía formal existente es la de la Z por un 2. Un afortunado ejemplo de la misma es la que realiza en su logotipo el canal de televisón estatal alemán ZDF (Zweites Deutsches Fernsehen). Y decimos afortunado porque ese nombre precisamente significa Segunda Televisión Alemana, lo que hace muy oportuna esa conversión de la inicial de 'segunda' (zweites) en un dos.

También caben las sustituciones por semejanza ante una rotación, como ocurre con el 6 que hace el papel de la e en el rótulo del centro comercial Sexta Avenida próximo a Madrid. Otro ejemplo es el 9 que utiliza como g en su logotipo personal el retirado futbolista Hugo Sánchez.


Las técnicas de sustitución de letras por otros caracteres, particularmente por números, también son propias de la jerga informática conocida como eleetleet que con su propia codificación se escribe "31337" o "1337". Unas denominaciones derivadas de elite (palabra parónima de eleet en inglés) con lo que se deja clara la voluntad de utilizar un código de comunicación restringido y de, en ocasiones, difícil interpretación. Pero abundar en el mismo queda fuera del ámbito generalista de nuestro análisis.






Anexo: otras sustituciones de letras por el numero de sus apariciones


En el caso de la firma de ingeniería estadounidense CH2M  es la H la duplicada para enumerar los apellidos de sus cuatro fundadores: el profesor de la Oregon State University Fred Merryfield y sus alumnos Holly Cornell, James Howland y Thomas Burke Hayes.

Otros casos como los de la francesa en3s o las españolas f2e y a3e se explican en sus propios logotipos. La desaparecida 3com, una empresa que fue absorbida en 2010 por Hewlett Packard es un caso singular. Y es que ahí lo triplicado era una sílaba, la que compartían como inicial sus actividades en Computacións, Comunicaciones y Compatibilidad.

3i Group plc es una de las mayores multinacionales del capital riesgo. Fundada en 1945 como ICFC (Industrial and Commercial Finance Corporation), en los años ochenta adoptó el cacofónico nombre "Investors in Industry" que en 1994 fue abreviado a  '3i' (y bien podría haber sido un más sugerente 3in).

En cuanto a la compañía de tecnología de comunicaciones L-3, señalar que se formó en 1997 con motivo de la segregación de diez unidades de negocio de Lockheed Corporation tras la fusión de esta compañía con Martin Marietta. Ese proyecto fue liderado por Frank Lanza Robert LaPenta, mientras que el apoyo financiero procedió del banco de inversión Lehman Brothers. Así que el nombre se formó con una L aportada por cada uno de los tres socios.

Tanto uso hace inevitables algunas bajas, como la del IL3  (Institute for LifeLong Learning) de la Universitat de Barcelona que ha pasado a denominarse School of Continuing Education

Añadimos una secuencia final que permite observar como los doses tienen cierta tendencia a ser representados con la simbología de elevar al cuadrado. Vean como van ascendiendo y hasta duplicándose (el no explicado en el propio logo significado del IC² de la Universidad de Austin vale por Innovation - Creativity - Capital).





Adenda: nos han hecho llegar una interesante 'formulación' en términos químicos utilizada por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Facultad de Farmacia de Granada. La que sin ese recurso tendría la fea sigla AAAFFG.





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