jueves, 16 de marzo de 2017

Denominaciones exageradas


De vez en cuando se escucha en esta apretada redacción lo de 'eres mas exagerado que el que le puso el nombre al saltamontes'. Y esta castiza expresión nos ha sugerido la idea de ponernos a buscar otras denominaciones de las que pueda decirse que se sobran un poquillo.

Muy de largo contó, por ejemplo, quien le puso el nombre al ciempiés cuando ese pequeño invertebrado tan solo tiene 21 pares de patas. Y ello mientras los llamados milpiés llegan como máximo a las 750 del Illacme plenipes, aunque por lo general tienen entre 34 y 400. El de la adjunta imagen leemos que cuenta con 618. Si comprobaran que el recuento es erróneo, nos lo dicen.


Los dermápteros tienen diversos nombres populares, para nosotros son tijeretas, pero también son conocidos como cortapichas que es desmedida hipérbole funcional. O al menos eso creemos. 

Y qué decir del inocente matasuegras, el mas divertido de los, en general, tan exagerados como numerosos matas de nuestro lenguaje. Dejando a un lado los diversos botánicos de los que se dice que finiquitan vidas, hasta hay un viento llamado matacabras. En cuanto a la acción atribuída a los matasellos se nos hace metáfora, cuando menos, políticamente incorrecta. Cierto que en vías de extinción.

De la querencia hispana por el citado prefijo da buena idea que la denominación matalahúga o matalahúva que se daba, mas que da, a los anises. Y ninguna muerte hay en su etimología pues proviene del árabe hispánico ḥabbat ḥulúwwa "grano de dulzor". Menuda intencionada mudanza fonética.

Volvemos  a las cuentas imprecisas para terminar este breve apunte que les invitamos a recrecer. Y lo hacemos con una palabra cuya exageración es sobrevenida, porque lo fastidioso es que cada vez hay mas de los llamados mileuristas que no lleguen a cobrar esa cantidad.

¡A ver esas contribuciones a este curioso asunto!






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