sábado, 4 de febrero de 2017

La lengua de la 5ª semana


Comenzamos este habitual repaso semanal en el Laboratorio del lenguaje del Diario Médico que titulaba el artículo publicado ayer James Bond como modelo de adicciones. Nada menos que hasta el British Medical Journal llegó un estudio basado en las novelas de 007 que estimaba que su consumo de alcohol cuadruplicaba el máximo recomendado. De lo que alguien ha deducido que pedía los martinis “agitados no mezclados” por los temblores en las manos inducidos por ese abuso. No nos cuadra con su acierto en el disparo.

La entrada precedente estuvo dedicada a poner de manifiesto el gusto por los latines de la industria farmaceútica (enlace). Y no solo en ella, como ponen de manifiesto los numerosos nombres de empresas de otras áreas de actividad que se citan (el curioso caso de Audi lo explicamos en el apunte 'Traducciones y retoques de apellidos para convertirlos en marca'). Si pinchan el enlace a la web médica encontrarán explicado el origen de las denominaciones de dos bien conocidas multinacionales, Novartis y Aventis (ahora Sanofi), así como de una biotecnológica menos famosa, Rubius Therapeutics. También encontrarán una reseña de la mala pata de Isis Pharmaceuticals que tuvo que cambiar precipitadamente su nombre por Ionis Pharmaceuticals.

Pero dista de ser el primer caso de un problema de ese tipo, como bien muestran un par de ejemplos que nos permitimos aportar desde aquí. Ayds era el nombre de un preparado saciante que se comercializó en Estados Unidos a partir de 1937. Y tuvo la desgracia de que alguien escogiera en 1984 la homófona sigla AIDS para denominar la enfermedad que en castellano llamamos sida. Tras cambiar en 1988 el nombre del producto por el de Diet Ayds, en Gran Bretaña Aydslim, no tardó en acabar por ser retirado. Escuchar hoy en día el lema del anuncio que reproducimos a continuación es una auténtica muestra de humor negro: “Recomiendo sida [Ayds] a quien desee una figura delgada” proclamaba la actriz June Havoc (un apellido que, además, significa estragos).


Pero no fueron los únicos perjudicados por el nombre dado a ese mortífero síndrome. Tenemos noticia de que hubo mas de un servicio de ambulancias con el nombre AIDS que tuvo que proceder a cambiarlo. Y es que aparte del rechazo de los transportados, otro inconveniente fue que su teléfonos acabaron por llenarse de llamadas solicitando información sobre la enfermedad. Un vehículo de una de esas empresas puede verse en un capítulo de 1977 de la aquí desconocida serie de televisión Quincy (enlace al fragmento). Adjuntamos un fotograma.

Nos vamos al martes neológico del Centro Virtual Cervantes que escogió el sintagma 'línea roja'. Una expresión cuyo origen, con la Wikipedia como fuente, se atribuye al petrolero "Acuerdo de la línea roja" propuesto en 1928 por Calouste Gulbenkian.

Nosotros tenemos dedicado el apunte Líneas rojas a fundamentar un origen bastante anterior que se situaría una acción (enlace) de la Batalla de Balaclava (25 de octubre de 1854). Sírvanse leerlo y decidan su teoría favorita. Por nuestra parte tendremos que bucear un poco en alguna hemeroteca británica para fundamentar mas ampliamente nuestra tesis. Pero de lo que no cabe duda es que nuestra teoría admite ilustraciones, como el adjunto diorama del Regimental Museum ubicado en el Stirling Castle de Escocia, mucho mas vistosas que la del Cervantes.

Fundéu comenzó la semana, como tantas veces, combatiendo anglicismos. En esta lo hizo proponiendo las expresiones 'mano a mano' o 'tanda de mano a mano' como alternativas a shoot-out. Esta es la nueva propuesta de la FIFA para desempatar los partidos sin recurrir a prórrogas o penaltis. La idea, copiada de otros deportes como el hockey, consiste en recurrir a una serie de cinco oportunidades para que un delantero bata al portero rival partiendo en carrera desde una distancia de veinticinco metros. Y ello contando con un máximo de ocho segundos para marcar gol.

El martes fue el sustantivo soñador el postulado como alternativa a dreamer, pero en este caso en referencia a los beneficiarios de la "Development, Relief and Education for Alien Minors Act" (Ley de Fomento para el Progreso, la Asistencia y la Educación para Menores Extranjeros) promulgada en Estados Unidos y mas conocida por su acrónimo DREAM Act. La afición de los legisladores americanos a estos juegos lingüísticos merece una entrada específica, pero si quieren hacer boca, en inglés, puede echar un vistazo a un artículo que el semanario The Economist dedicó a ese asunto (enlace). Ahí encontrarán el mas famoso de esos inventos: la USA PATRIOT Act cuyo titulo completo es 'Uniting and Strengthening America by Providing Appropriate Tools Required to Intercept and Obstruct Terrorism'. ¡Ele!

El propio martes, con vistas a la Superbowl, también publicaron los urgentes un glosario de futbol americano. Hay dos términos en el mismo que destacan por su habitual españolización en los medios hispanoamericanos: el propio partido y su premio son mencionados con frecuencia como el Supertazón, mientras que es habitual convertir a los quarterbacks en sonoros 'mariscales de campo'. Sin complejos.

El primer día de febrero estuvo dedicado a la correcta escritura de los neologismos biotinta y bioimpresora  aparecidos en las noticias relacionadas con el logro científico de una impresora capaz de crear piel humana. Y también hubo doblete es día con unas claves de redacción para los Premios Goya que hoy se entregan. Si bien tenemos que reconocer la lógica de que nominar se haya impuesto a la muy larga alternativa 'proponer como candidato', nos rasca mucho mas el abuso del término nominado para denominar a esos candidatos de tan bella como blanca etimología.

El apunte del jueves criticaba el uso de refill para referirse al rellenado ilimitado de refrescos que suele ofrecerse como promoción, particularmente en los establecimientos de comida rápida. Pero lo realmente curioso del apunte es conocer que en Francia han prohibido esa práctica. Da para pensar un poco lo que está ocurriendo en estas modernas sociedades que van camino de la minoría de edad permanente hasta para las cuestiones mas nimias.

Para concluir su recorrido semanal optaron por dar la bienvenida como neologismos bien formados a flexivegetarianismo, flexiveganismo y sus derivados. Menos receptivos se muestran con la variante del primero flexitariano, un término de cuyo original inglés nos ocupábamos en el apunte La lengua de la 3ª semana. En todo caso no deja de ser bastante innecesario léxico al mero servicio del postureo en versión 'métemela pero solo un poquito'.

No queremos olvidar mencionar que, a cuenta de una foto astronómica que ha tenido notable difusión, Alex Grijelmo dedicó el artículo de su colección 'La punta de la lengua' al poco utilizado término analema que no está en el diccionario. Sutiles connotaciones aparte, a nosotros el servicio nos lo presta perfectamente lemniscata.  

Y para concluir recomendarles que lean, si no lo han hecho ya, el magnífico artículo de Javier Marías titulado 'Cuando los tontos mandan'. En el mismo menciona ese rasgo diferencial de las susceptibilidad extrema, y selectiva añadimos (esa piel mas fina que la boca que atizó Soraya a Tardá), que ha convertido a snowflake en palabra del año del idioma inglés. Necesitamos un zahiriente equivalente español con premura. 

Pero la reflexión de Marías que realmente debe preocuparnos es la que se pone de manifiesto en el párrafo con el que concluimos: 'La presión sobre la libertad de opinión se ha hecho inaguantable. Se miden tanto las palabras –no se vaya a ofender cualquier tonto ruidoso, o las legiones que de inmediato se le suman en las redes sociales– que casi nadie dice lo que piensa'

No se dejen.






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