miércoles, 22 de febrero de 2017

Figuras reversibles (III): ¿triste o contento?


Comenzamos esta entrega dedicada a los cambios de humor que puede producir la simple rotación de una imagen con un clásico: la tópica transformación que va del noviazgo al matrimonio.



Pero como ya veíamos en el primer apunte de esta serie son las marcas de bebidas las que más uso han hecho de esos juegos con el estado de ánimo para promocionar los efectos de sus productos. Si entonces veíamos tres ejemplos en el etiquetado de cervezas hoy traemos el uso de una creación de Rex Whistler realizado por el whisky irlandés Jameson, luego whiskey según escriben en Éire para diferenciarse.


El propio Rex Whistler también confrontó dispares estados de humor en algún anuncios para la petrolera Shell. En el que sigue un complacido abogado (learned counsel) pregunta a un mohíno acusado (defendant) si había utilizado la gasolina publicitada.



Otras piezas publicitarias basadas en el mismo juego son utilizadas, como cabía esperar, por la cervecera Founders cuyas etiquetas ya hemos visto. Hay versiones con y sin cambio de sexo.


No todas las aplicaciones comerciales del cambio de semblante están relacionadas con el alcohol. Las cuchillas de afeitar Mac´s Smile asímismo recurrieron a ese juego en una versión que también comportaba un impecable rasurado de la barba.


Y hasta Renfe lo utilizó en un anuncio de 1998 (agencia Delvico Bates) con el que trataba de disuadir de utilizar el coche durante los carnavales.


Algunos ejemplos más de uso de imágenes reversibles en etiquetas pueden encontrarse en el agua mineral con sabor a frutas Tinge de la empresa Spritzer. Un raro caso de bebida alcohólica que no provoca una sonrisa es el de la etiqueta del vino Laltre (el otro) elaborado por Bodegas Lagravera en la D.O. Costers del Segre. Un vino serio, incluso diríamos que un poco ceñudo.





Dicen que la sonrisa rejuvenece, pero no es tan patente en los ejemplos anteriores, si acaso en la matrimoniada pareja. Un ejemplo de cambio de semblante asociado a un manifiesto rejuvenecimiento es el de la revista Cracked ya visto en la primera entrega. Así que traemos de nuevo la portada de enero de 1965 realizada por John Severin


La versión del juego publicada por La Codorniz en el número 1084, fechado el 26 de agosto de 1962, provoca un gesto de sorprendida contrariedad en el amordazado protagonista.

 

Otro cambio de semblante fue utilizado en octubre de 1983 (Nº 43) en Der Spiegel para ilustrar el fin de la expectativa de la jubilación a los 58 años. Un tema muy actual, y ello subiendo bastante ese umbral.


Seguimos con dos variantes muy esquemáticas aplicadas a los 'cambios de humor' de nuestro planeta. Un recurso que Time utilizó en abril de 1986 y The Economist en diciembre de 1997. Completamos esta secuencia de variantes minimalistas con el disco de Siniestro Total  titulado 'Camino de la cama' que fue publicado en marzo de 1990.




Añadimos otra tripleta de diseños bastante esquemáticos compuesta por el primer volumen de 'The New York Times Trivia Quiz Book' (1999), el número de Newswek de febrero del 2010 y los smileys emparejados de la cubierta de 2013 de la publicación australiana New Philosopher.


No es fácil conseguir el efecto sobre una caricatura de un personaje real, así que nos parece muy meritoria la de un muy reconocible Boris Yeltsin realizada por Peter Brookes para un número de noviembre de 1992 de la revista The Spectator.


Otro notable ejemplo visto en octubre de 1964 en esa misma revista es la transformación firmada por Roy Dewar del conservador Alec Douglas-Home, en quien apreciamos un gesto más distendido, en un más ceñudo líder laborista Harold Wilson. Adjuntamos unas fotos de esos políticos para que puedan valorar mejor el brillante trabajo.


También en el cine encontramos algún ejemplo del juego de hoy. Topsy-Turvy (1999) es un drama musical ambientado en el siglo antepasado, escrito y dirigido por Mike Leigh, que narra la rivalidad entre el libretista W. S. Gilbert (1836–1911) y el compositor Arthur Sullivan (1842–1900). Muy popular en su época, esta pareja colaboró entre 1871 y 1896 en catorce operetas entra las que la más recordada posiblemente sea 'The Mikado'.

Gilbert, el autor de los libretos, creó para esos musicales unos "mundos al revés", en inglés topsy-turvy (aunque es un término hoy arrumbado por upside down), donde las más absurdas situaciones, como hadas codeándose con lores británicos o piratas que resultan ser nobles descarriados, acaban por alcanzar un desenlace conforme a los usos sociales ortodoxos.


En The Economist también pudo verse un cambio que iba más allá de ser el de un mero semblante, y es que el alemán representado pasaba de una actitud plácidamente amistosa a otra muy belicosa.



Una tipología de ilustración emparentada con las anteriores es aquella en la que, a semejanza de los naipes, los confrontados son dos rostros representados en oposición que no comparten ningún fragmento. Un ejemplo es el 'falso reflejo' de la adjunta portada de septiembre de 2015 del mismo semanario anterior.


Aunque en este caso la profundidad de la mueca de la boca haga fácilmente reconocible la tristeza de la imagen reflejada aun sin ponerla 'al derecho', aquí entra en juego la conocida dificultad que tenemos para reconocer expresiones faciales invertidas. ¿Habían detectado en la primera imagen el cambio en los ojos?

La conocida como ilusión Thatcher lleva el nombre de la ex-primera ministra británica por ser una fotografía de su rostro la más utilizada inicialmente para demostrar este efecto descrito en 1980 por el profesor de psicología Peter Thompson de improbable ideología conservadora. Se trata de un fenómeno por el cual se hace difícil reconocer la manipulación de la imagen invertida de un rostro al que se le han rotado los ojos y la boca. Un cambio que, sin embargo, resulta evidente al colocar la imagen de nuevo al derecho.

La primera de las imágenes que siguen es la que acabamos de ver, pero girada 180º. La emparejamos con el original con ojos y boca sin modificar. ¿Detectaron esas manipulaciones en la foto anterior?


Vean ahora como las dos rotaciones (debajo de cada foto la suya, no rotan en bloque) se nos hacen casi indistinguibles.


El efecto fue aplicado al 'Retrato de Mademoiselle Rivière' obra de Ingres para la portada del libro 'Savoir apprendre: Les nouvelles methodes' (1996) de G. Delacote



No podía faltar alguna aplicación publicitaria de este efecto. A continuación puede verse un anuncio de 2014 de las barritas Snickers en el que la agencia FHV BBDO de Amsterdam encontró en esta ilusión una buena ilustración para su eslogan 'no eres tu cuando tienes hambre' (1).



Una interesante forma de dar continuidad a una línea publicitaria en la que no habían faltado previamente algunas imágenes reversibles convencionales (agencia BBDO Nueva York, 2012).


Pero hay ejemplos de uso publicitario del juego en numerosos sectores. Sirva como muestra adicional la campaña del medicamento para el resfriado Cold-Eeze realizada en 2007 por la agencia Merkley + Partners de Nueva York.

 

Para concluir, tan solo anticipar que la próxima entrega estará dedicada a las transformaciones en que entran en juego los animales que llamamos irracionales.






(1) Este efecto también ha tenido uso inverso, con la pieza publicitaria colocada al derecho con los ojos al revés. Un ejemplo es la gráfica creada en 2012 por Ogilvy & Mather para los cosméticos Dove: "Does retouching distort your perception of beauty?" (¿distorsiona el retoque su percepción de la belleza?). Impactante imagen, pero, de alguna manera, es el mago que desvela el truco antes de hacer el número.






Adenda 7/17: en julio sumamos a la colección una nueva pieza publicada en la revista india Business Today








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