miércoles, 15 de febrero de 2017

Figuras reversibles (II): cambios de sexo


Hoy vamos a ocuparnos de las imágenes reversibles en las que el pertinente giro produce un cambio de sexo del personaje representado. En el apunte que da inicio a esta serie ya hemos visto un escatológico ejemplo del siglo XVII en el que un severo fraile previene a una dama sobre su poco favorecedor aspecto futuro. El típico memento mori muy propio del ascetismo religioso de la época. Vamos a recordarlo.



Este tipo de juegos se hizo popular a mediados del siglo XIX en que las cajas de cerillas se convirtieron en un soporte idóneo para los mismos. A continuación podemos ver el anterior combinado con otro clérigo en una de esos estuches de la marca 'Viuda e hijos de Lizarbe', no anterior por tanto a 1876 en que esa fosforera aragonesa fundada en 1846 adoptó ese nombre. Las poco legibles aleluyas de la segunda imagen son:


Aunque ves que gordo estoy,
al rebés (sic) cuan otro soy
[con el tocado que luce el retrato bien podría haberse formulado
en femenino para encajar con mas propiedad en el apunte de hoy]

Mi gran bonete y gorguera,
al volverme es ventolera


Proseguimos con una pieza que data de 1870 en la que la dama se convierte en un ostensiblemente cornudo marido. Bien dice por tanto 'Lo que servía de adorno, son pilones ¡qué trastorno!' como complemento al inicial 'Asi me ves muy hermosa y al rebés (sic) soy otra cosa'.


Añadimos un par de ejemplos mas que no tenemos fechados con precisión. Vayan por delante las entonces preceptivas aleluyas:

Es este hosco semblante,
al rebés (sic) de buen talante


Mi hermosura no se alabe, 
vuelta soy un turco grave.


Si te enamoro bonito,
sepas que soy hermafrodito

lo que es en mi vanidad, 
vuelto muestra gravedad



Otro juego muy habitual en aquel entonces era la transformación de humanos en animales, particularmente en burros, pero eso debe quedar para otro día. Así que hoy vamos a pasar a ver el uso de los transformismos sexuales en las portadas de las revistas. Y comenzamos con el ejemplo mas antiguo que tenemos registrado que pertenece a la norteamericana Puck. En concreto al número fechado el 11 de julio de 1911 que luce una ilustración firmada por Leighton Budd. Debajo puede verse una pieza mucho mas moderna publicado en marzo de 1973 en la británica Punch.


No siempre se deja al caballero completamente calvo, por mas que sea lo mas habitual. Así ocurre en la ilustración de Fluide Glacial de enero de 1979 en que las tetas de la fea dama se convierten en turbante. Debajo la mas bien sosa aplicación del juego en el número de Esquire de marzo de ese mismo año.


Un bien conocido diseño tradicional brindó un idónea portada a la 'edición hermafrodita' publicada en 2006 del "Diccionario jázaro" (los jázaros son una alegoría de los serbios) del escritor Milorad Pavić. En ella fusiona las dos versiones iniciales de esa novela con apariencia de diccionario dividido en tres partes. Y es que en 1984 ese libro fue lanzado en ediciones masculina y femenina que tan solo diferían en un párrafo. Apropiada ilustración.




Otro ejemplo de uso editorial de la modernamente menos utilizada tipología de perfil puede verse en la portada del libro de Jean Nohain titulado 'Histoire du rire à travers le monde' (1965).


El concepto aplicado está en la línea de las figuras del libro "Dreh’ mich um, rund herum!" de Otto Bromberger que fue publicado en Alemania en la última década del siglo XIX. Adjuntamos la tapa de una versión inglesa de 1999 (Turn Me Round) y de una edición alemana de 1981 (ed. Otto Maier, Ravensburg) en que las imágenes se acompañan con aleluyas. Añadimos, también, una muestra de las 16 figuras que incluye, una colección que pueden verse completa en el siguiente enlace.





Pasamos a contemplar algunas creaciones de Rex Whistler quien después de su famoso libro ¡Aha!, en 1946 publicó otro titulado ¡Oho! en el que las ilustraciones se complementaban con textos de su hermano Lawrence. En portada puede verse una transformación de hombre en mujer y otra de triste en sonriente.

Este ilustrador creó numerosos anuncios para la petrolera Shell, así que no podía faltar la aplicación de su artificio favorito en algunos de ellos. En el que sigue el paciente que pregunta si el doctor se retrasará se convierte en la enfermera que le contesta que no hay cuidado dado que utiliza la publicitada marca de combustible. En la próxima entrega de esta serie veremos otra pieza en que se reproduce el juego contraponiendo una cara alegre con otra triste.



El diseño anterior es una variante de la regia transformación que puede verse junto a estas líneas que forma parte de las incluidas en el libro ¡AHA!

De los años cuarenta es la única creación en la que Rex Whistler puso identidad a los intervinientes: el rey Enrique VIII y su 4ª esposa Ana de Cléveris (en inglés Anne of Cleves). Una mujer a la que suele atribuirse una proverbial fealdad que no se corresponde con los retratos conocidos, en particular el realizado por Hans Holbein 'el joven' (enlaceque sirvió de base para la elección real de esposa. Sea como fuere, el matrimonio se anuló el 9 de julio de 1540, poco mas de siete meses después de celebrado, alegando que no había llegado a ser consumado.


Damos un salto en el tiempo para comprobar que un esquematismo difícil de superar es el aplicado en la carátula del disco 'Boys don´t cry' (2009) de Norman Palm. Muy acorde, además, con las canciones incluidas: 'Boys don´t cry' y 'Girls just wanna have fun'.


Terminamos, ya sin mas comentario, con una batería final de variopintos ejemplos que encabezan unas aleluyas de José Robledano publicadas en el número 25 de mayo de 1925 de la revista infantil Pinocho.

En una próxima entrega nos ocuparemos de las transformaciones de rostros tristes en alegres (o viceversa). 




 






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