sábado, 10 de diciembre de 2016

Palabras de la semana 49/2016


Comenzamos este habitual repaso lingüístico sabatino en el Laboratorio del lenguaje del Diario Médico. En el mismo, el artículo Las palabras están vivas nos introduce en las posibilidades de análisis lingüístico que ofrece Google Ngram Viewer. Una herramienta que permite comparar la frecuencia de aparición de vocablos a lo largo del tiempo en las voluminosas bases de datos de Google Books. Interesante.

El siguiente apunte fue publicado con el título Majareta que es el de versión española de la novela gráfica "Marbles: Mania, Depression, Michelangelo, & Me: A Graphic Memoir". Una obra de la psicóloga e historietista estadounidense Ellen Forney que padece ella misma el trastorno bipolar sobre el que trata el libro. Nos hemos traído prestado un descriptivo gráfico y su versión en español:


El apunte del jueves estuvo dedicado a Fibonacci, el matemático también conocido como Leonardo de Pisa que recibió póstumamente el sobrenombre por el que es universalmente conocido. El formado a partir del nombre de su padre por contracción de la expresión filius Bonacci. Y como bien nos recuerda José Ignacio de Arana se trata de un personaje clave en la adopción de la numeración arábiga que tanto mejora a la romana.

Hoy mismo publica ese blog médico una primera entrega sobre el síndrome de Down que incluye la descripción que hizo el médico angloirlandés John Langdon Down de quienes lo padecen.

Nos vamos al Centro Virtual Cervantes para dar cuenta de la elección de la expresión primavera árabe como neologismo de la semana. Peculiar sentido de la oportunidad el que aplican. Nosotros no acabamos de pillarlo. Y si el lector no entiende árabe que se busque la vida para saber qué pretenden decirle con la ilustración elegida. A ver si en nuestra próxima visita les encontramos un poco más empáticos.

Fundéu comenzó su periplo semanal combatiendo anglicismos. Como alternativa a bail out proponen utilizar la expresión rescate (con dinero público) para hacer referencia a las ayudas financieras que reciben las empresas en dificultades. Nos sobra ese incómodo paréntesis, de hecho la expresión inglesa no alude al origen de los fondos que también pueden ser privado. Pero aquí se le ve el plumero a nuestra arraigada cultura de que lo arregle todo papá-estado.

El martes se metieron con las concordancias de género al hablar de colores, para recordarnos al día siguiente que el adverbio aún se acentúa cuando equivale a todavía mientras que no lleva tilde cuando vale por incluso.

El festivo día de la Purísima fue para la expresión zona cero que tanto vigor ha retomado a partir de los atentados del 11-S. Y decidieron completar sus contribuciones de la semana dando el visto bueno al término abstenciocracia  para denominar la importancia que pueden tener en las votaciones quienes deciden no participar.

No anda muy lingüístico últimamente el suplemento Verne de El País, pero esta semana pone a prueba los conocimentos de sus lectores en el artículo "23 siglas y acrónimos que utilizas a todas horas cuyo significado (quizás) desconoces". La verdad es que con ese título podían haber tenido el pudor de no colar en la lista a su empresa editora, por más que la presunta mala conciencia les lleve a colocarle a la Cope como compañera. ¡Menudo ego pretender que utilizamos Prisa a todas horas!

Ayer mismo los noticiarios nos han descubierto el neologismo italiano venexodus con el que los habitantes de la inigualable ciudad Venecia denominan la despoblación que achacan a la presión del turismo que mayoritariamente ni siquiera duerme en la ciudad. No estaría de más ser un poco autocríticos en busca de los por qués.


En todo caso, se nos hace un fenómeno complejo, ¿cuantos habitantes tendría esa ciudad sin turismo? Muy tentador para caer en la tentación de ejercer de todólogo y opinar sin estar bien informado.

Y una vez metidos en todologías les enlazamos, ya para terminar, el demoledor recado que manda a esos atrevidos por ignorantes opinadores un caballero llamado Celedonio Pérez que ha publicado en "La Opinión de Zamora" una impactante columna titulada "Dejadnos morir en paz". Buen motivo de reflexión sobre la vertebración de nuestro territorio y, en definitiva, de nuestro país.





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