sábado, 24 de diciembre de 2016

El oteador de portadas (2): el secretillo navideño


Pocos son quienes recuerdan como empezaron sus dudas sobre el gran secretillo de la Navidad. Ese con el que nuestra civilización va previniendo a los más pequeños de lo que se les viene encima en cuanto a mentiras se refiere. Algunas antiguas portadas apuntaron propuestas como las que pueden verse en los adjuntos ejemplares de las revistas The Saturday Evening Post, The New Yorker o Esquire.

 

Pero la pieza maestra del "aquí está pasando algo raro" es la ilustración titulada "I saw my mom kissing Santa" realizada en 1939 por Perry Barlow para The New YorkerHasta el punto que el gran J.C. Leyendecker no dudó en realizar en 1948 su propia versión para The American Weekly.

El compositor Tommie Connor también reconoció que esa fue la fuente de inspiración de su popular canción "I Saw Mommy Kissing Santa Claus" que en grabación de Jimmy Boyd llegó al nº 1 de las listas de ventas en diciembre de 1952.

 
 

Un antecedente del famoso beso de Santa Claus es la escena ideada en 1931 por Peter Arno como portada navideña para al propia TNY. Pero ya se ve que aquel secretillo del ¡señoritoooo! era algo diferente. Entonces una pícara escena, hoy impublicable acoso.

Volvemos con el fin de la inocencia navideña, porque el otro gran cliché sobre la misma es el descubrimiento del disfraz. Un hecho que Puck presentó con crudeza en su número navideño de 1913 por medio de una ilustración de L.M. Glackens que lleva como pie: ¿me creeréis ahora?

Richard Sargent lo representó con mayor sutileza en 1951, en la que fuera su primera portada para The Saturday Evening Post, por medio de la ilustración titulada 'Truth About Santa'. En este caso fue Norman Rockwell quien no se cortó y reelaboró la escena en 1956 con el título 'The Discovery'



Rockwell también realizó su propia versión del beso de Santa en el marco de su colaboración con la empresa Hallmark. Entre 1948 y 1957 realizó para la misma hasta 32 felicitaciones navideñas entre las que se incluye la conocida como Christmas Surprise (1954). 

Y aunque poco tenga que ver con el secretillo de hoy, vamos a concluir recordando otros de esos christmas de Rockwell. El titulado 'Boy in Santa Suit' fue objeto de una sexy recreación en la portada de Playboy de diciembre de 1982. Adviértase como se imita la característica firma del famoso ilustrador para desear una feliz lectura (Merry Reading).


 

Si vieran que la cena de hoy se tensa, no duden en recurrir al material de este apunte para desviar la atención. A veces funciona. ¡Feliz noche!







P.S.- La publicidad también ha hecho uso de la idea como puede verse en el siguiente anuncio de Tylenol que proclama que hay preguntas que levantan dolor de cabeza.





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