jueves, 8 de diciembre de 2016

De las formas del humo



La fidelesca portada creada en 2008 por Ana Juan para The New Yorker que veíamos hace unos días (aquí) nos ha invitado a recopilar otras formas que ha tomado el humo en las revistas y, ya puestos, también en la publicidad. Y lo primero que hemos encontrado es que el último número del recopilador de noticias The Week luce en su cubierta una ilustración que recuerda demasiado la realizada por la artista española, aunque sea con una ejecución mucho menos sutil.

En la edición australiana del semanario The Spectator el humo del puro de Fidel da forma a una aureola de santo que refleja el tan emocional como irracional sentir de no pocos. La delusion del titular. Pero hoy no vamos a reincidir en el asunto de la posverdad.




Otro tipo de humos veía en 1997 salir del puro de Castro la brasileña Veja.

En cuanto a los humos de la revista neoyorquina, vamos a recordar que allá por 1925, en el que tan solo era su tercer número, Rea Irving puso a colaborar al producto de un cigarrillo en la composición del rótulo a la par que aportaba un toque de santidad. Un juego que también se ha visto en otras dispares humaredas que han hecho acto de presencia en portadas de Life (octubre de 1925) o Vogue (agosto de 1930).

 
 

No fue en la cabecera de un número sino en el anuncio de la publicación Le Fro-Frou realizado en el año 1900 por Weiluc (Lucien-Henri Weil, 1873-1947) donde era el humo de un cigarrillo el que componía el nombre de esa publicación. 



Esa ilustración promocional pudo verse en la portada del primer número que fue publicado con fecha 20 de octubre de 1900. La revista en la sí que pudo verse el rótulo formado con el humo de un cigarro fue en la brasileña 'O Malho' (el mazo), en concreto en número del 25 de julio de 1903.



La creación de rótulos a partir del humo es una práctica que fue bastante popular en la cartelería publicitaria relacionada con el tabaco. Como primer ejemplo traemos el anuncio realizado por Albert Guillaume (1873-1942) para la marca de papel de fumar francesa "Le Nil" cuyo nombre aparece rotulado con sinuosa caligrafía. A su lado una versión del concepto de 1912 en un cartel de la marca Sefira que utiliza una tipografía quizá demasiado nítida.

 

Seguimos con otras creaciones firmadas por Zoltán Kónya (1922) y Pólya Tibor (1932) para el tabaco húngaro Modiano, Emilio Vilá para la marca neerlandesa Batschari (1925) y Jean D’Ylen para la norteamericana Craven-A (1926).

 
 


Como ejemplos algo más recientes sirvan dos piezas de Hervé Morvan. La de Gitanes, que es de 1960, se encuadra en la misma línea creativa de las anteriores, mientras que resulta más original lo realizado en 1954 para la marca Week-end.



Volvemos a las revistas para ver como en octubre de 1936 el dibujante Erté cargaba de palabras de la moda el humo de su ilustración para Harper´s Bazaar. Pero los mensajes que habitualmente se hacía exhalar a las mujeres que fumaban en las portadas solían ser bastante más interesados. Sirvan como ejemplo algunas tapas de La Vie Parisenne o Spicy Stories

 
 

Menos mal que otras revistas como Breezy Stories hicieron un hueco al amor. El que es capaz de permitir adivinar al ser querido en las humeantes formas, como las que nos mostraron Ginger Stories, Judge o, ya sin necesidad de recurrir al tabaco, el magazine del Sunday Record Herald.

 
 


Hasta una versión canina de los amorosos anillos de humo pudo verse el pasado mes de febrero en una ilustración de Anton Emdin para la edición australiana de la revista The Spectator.


Y no podía faltar en esta colección ese empedernido fumador de pipa que era Mr Playboy. Le emparejamos con una descaradamente sutil forma de dar a conocer uno de aquellos álfanúmeros de teléfono americanos. La que pudo verse en 1955 en la cubierta de la revista MAN junior. Unas portadas que son tal para cual.


   

Ya en la recta final, volvemos a la publicidad para ver la formación de un rostro a partir del humo en un anuncio del papel de fumar "Smoking" firmado por el español Joaquim Martra-Ballbé (1898 -1991).

Y para terminar un cartel de 1956 de Raymond  Savignac (1907-2002) que nos muestra como en el país que acuñó la grandeur lo exhalado por un fumador de la marca Française no podía ser sino la silueta de su patria.






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