jueves, 3 de noviembre de 2016

Continuamos con el cliché "rompe-la-portada"


Retomamos en los años ochenta el repaso del cliché "rompe-la-portada" que vamos a proseguir con versiones sobre todo femeninas. Ellos tendrán su propio apunte.

En esa época no falta esa creatividad en la revista de fotografía Zoom que la utilizó tanto en versión femenina (1981) como masculina (1989), aunque en este último caso no se atravesara propiamente la portada.

 

La francesa Newlook descaró en julio del 87 la aplicación de un cliché que, ya en los años noventa, también tuvo su versión Spice Girls en la revista Smash Hits.

 



En los años noventa es significativo constatar que la primera portada de Vogue de la modelo Carmen Kass, que lo fue en la edición Vogue Paris en noviembre de 1997 se ajustó al esquema que estamos repasando en una foto tomada por Michael Thompson.

Para no alargar demasiado esta entrega, tras un ejemplo italiano de 2002 de la revista Max, saltamos a la década en curso para ver en King que no siempre es necesario hacer un destrozo y puede bastar con rasgar la reproducción de una funda de plástico.



Proseguimos con un ejemplo de la edición rumana de Esquire de septiembre de 2011. Y ojo que la protagonista no es Gwyneth Paltrow sino la modelo local Laura Ana Cosoi.

La interpretación del FHM publicado en Singapur se adscribe a la interesante variante en que la imagen rota es de la misma modelo, aunque ya se ve que más vestida. Una creatividad que ya hemos visto en Playboy y hasta en la propia FHM como se documenta en un antiguo apunte.


 


Este cliché es muy apropiado para imágenes deportivas, aunque en eso los ejmplos masculinos son mucho más abundantes que los femeninos. 

También se ha visto atravesar portadas en revistas de moda como ya vimos en Vogue y ahora vamos a ilustrar con varios ejemplos adicionales. El primero tomado de la edición española de Harper´s Bazaar (febrero 2012) con Kasia Struss como protagonista. Esa revista volvería al año siguiente con una variante en Daphne Groeneveld solo asoma un ojo en la fotografía de Txema Yeste. Debajo dos ejemplos de la prensa francesa, Jalouse de septiembre de 2012 con Vanesa Paradis y el gratuito Stylist de abril 2013.

  
 

No queremos dejar fuera de este repaso el sugerente posado publicado en 2014 en la revista Supermodel en la que Tawny Jordan no solo rompió la portada sino también alguna página interior.

 

Un distintivo subcliché es aquel en el que lo atravesado es la propia imagen, como hacía en abril de 1969 la revista New York con Ali McGraw. Una metáfora de la evolución personal que modernamente hemos visto reinterpretada en WAD al servicio de un cambio de la expresión facial. En su versión primigenia fue un recurso utilizado en 1977 por Time con el ayatollah Jomeini, mientas que en Der Spiegel se operaba en 1999 un cambio de personaje como ya se había visto anteriomente en Mother Jones (julio 76).


 
 

En el caso del agregador de noticias The Week lo atravesado por Hillary Clinton no es propiamente la portada, sino su propio paquete de producto electoral,  pero también se ajusta bastante al cliché que repasamos.

Y para finalizar, un puñado de ejemplos procedentes del mundo del comic. Ya ven en el caso de Heavy Metal que aquí ya no solo se atraviesan endebles páginas de papel sino también resistentes placas metálicas, aunque también se ha visto alguna versión fotográfica de Supergirl atravesando algo más que un papel.

 
 




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