viernes, 30 de septiembre de 2016

Lo del "sosamente" de ayer (que va de culos con manos)


Nos autoemplazábamos ayer a justificar el "sosamente" aplicado a la cular creación de Anthea Hamilton que le ha valido el cotizado Premio Turner. Y como ya es viernes y este blog está sujeto a la "regla de la frivolización hebdomaria", según la cual la ligereza del contenido de los apuntes es directamente proporcional a su proximidad al fin de semana, procede que nos apliquemos a documentar gráficamente nuestra afirmación.

Atendiendo a la posición de las manos lo más parecido a la obra criticada que hemos encontrado en nuestros archivos de portadas, cierto que en versión femenina, es la adjunta cubierta de la revista porno Private. Pero la colección de la publicación titulada Tail Ends (a la que pueden acceder en el siguiente enlace) nos aseguraba la capacidad de poder replicar casi cualquier posición de las manos. Compruébenlo vds. mismos:

 
  

Casi tan admirable como la concesión del Turner al proyecto de puerta mostrado ayer, se nos hace que se pueda mantener en el mercado durante casi dos décadas una revista con tan monótono portadismo.  Maravillas de la naturaleza comercial humana. 

Y la verdad es que si el arte contemporáneo pretende ser rompedor, un mero cambio en la pieza de Hamilton habría generado una pieza exenta de la soledad que nos indica la posición de esos pulgares. No referimos a una composición que apunte algún grado de compañía, más del estilo de las que siguen:


A estas alturas del apunte no harán falta muchas palabras más para que se entienda lo del sosamente. Qué falta de redondez y tersura, por favor. Por muy masculino que sea.

Así que vamos a completar esta muy visual entrada con una de las pocas nalgas de macho que obran en nuestra colección. Pero lo cierto es que no tenemos ninguna que se aproxime en masculino al concepto de Gaetano Pesce. Todo lo más una desprovista de manos perteneciente al actor James Franco que fue publicada en octubre de 2011 por la revista Flaunt y pone de manifiesto lo mejorable del moldeado aplicado a la puerta que no fue.

Añadimos una pequeña muestra de que el cliché del trasero manoseado ha sido utilizado en muchas otras cabeceras. Eso sí, prácticamente siempre en versión femenina. No pasen por alto el útil de limpieza que propone Boris Vallejo en la que cierra la serie. Eso sí que es rompedor. Y no le hicieron ni finalista del Turner.

   
 

Ya para concluir, nos permitimos hacerles saber que todavía nos queda un montón de material en el disco duro. Así que nos es difícil que acaben por comparecer más culos en este misceláneo blog. Y ello por más que, aun después de releer la cita de Vargas Llosa, creemos que no tendremos narices para aplicar a esos apuntes la etiqueta de arte que luce el de ayer y no el de hoy.





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