sábado, 13 de agosto de 2016

Palabras de la semana 32ª


El neologismo de la semana creemos que claramente ha sido el “cupping” que se ha asomado a casi toda la prensa con motivo de las ostensibles marcas exhibidas por Michael Phelps en la piscina olímpica. Y es llamativo que no hayan salido al quite los de Fundéu con alguna alternativa hispana, como puede ser el formal ventosaterapia, para ese tratamiento a base de crear vacíos locales. Terapia que La Razón se ha permitido cuestionar si no pudiera ser una forma de dopaje legal. ¡Qué locura lo de vender periódicos, Marhuenda!


Malamente puede ser dopaje lo que para algunos especialistas no pasa de ser un generador de efecto placebo según nos explicaban ayer en El País.

De lo que sí se han ocupado esta semana los del español urgente, entre una avalancha de apuntes con claves de redacción para diversos deportes, es de proponer ningufoneo como alternativa al anglicismo phubbingEste es un término recientemente creado a partir de phone y snubbing que en inglés significa ‘desaire’, ‘desprecio’ o ‘ninguneo’. Pero a nosotros nos gusta más nuestro invento  onafonismo formado a partir del vicio, las más de las veces solitario, que ha deparado a Onán un papel poco lucido en los libros de historia.

Como apuntábamos hubo claves de redacción para el judo, la gimnasia, el rugby a siete, el remo, el golf, el tenis de mesa y el tenis grande. Entre todo lo que ahí hemos leído nos parece reseñable el recordatorio de que en algunos países hermanos los pertiguistas son garrochistas, pero no estamos seguros de como reaccionará un jugador de tenis de mesa si le llamamos pimponista. Que prueben ellos primero.

Ahora bien, escribiendo desde la patria del ya aúreo medallista Rafa Nadal no vale despachar las alternativas al tenístico drive con un “es, en general, golpe natural del tenista, contrario al revés. Puede traducirse por derecha (para el jugador diestro)”. Hay que mojarse, ¿cómo llamamos al drive de nuestro campeón? , ¿expropiamos el natural al toreo?

Ajeno nuevamente a todo espíritu olímpico, el Martes Neológico se decantó por el risotto. Al menos se pusieron fácil la tarea de ilustrar un artículo que pone de manifiesto las limitaciones de la base de datos del Observatori de Neologia que fecha su primer registro de ese término en 1998. Mala excusa es que ese observatorio comenzara su actividad en 1989, como si no existieran las hemerotecas, a más de los nueve años de actividad sin darse por enterados.

Nosotros nos hemos ido a echar un vistazo a la estupenda hemeroteca del Abc y hemos encontrado la palabra en uso ya en los años veinte, cierto que en crónicas gastronómicas cargadas de términos italianos. Pero es notable que aparezca en un texto publicitario de 1976 (enlace al original), lo que nos invita a pensar que ya había entonces un cierto número de consumidores receptivos al mismo.


Saltamos al suplemento Verne que también ha hecho una contribución olímpica con su artículo “16 palabras que agilizarán tu vocabulario sobre gimnasia”. Y, además, lo hacen con unos interesantes gifs explicativos de algunos de los tecnicismos tratados. No está entre los mismos el elemento que lleva el nombre de la gran triunfadora de la gimnasia, pero El País se encargaba ayer de enmendar esa omisión en un videoartículo titulado ¿Qué es un 'Biles'?

Tampoco faltaron los de Verne a su cita con las palabras en desuso que esta semana fueron las comenzadas con la q (enlace). A nosotros, entre otras cosas, nos han descubierto que quimbambas tiene su epónimo en Cuba, concretamente en la provincia de Las Tunas

Y también nos han alertado sobre el mucho juego que pueden dar las ocho acepciones, que no atenciones sres. redactores, de la palabra quillotro. Perfecta para no decir nada e ideal, por tanto, para políticos. Por ejemplo, “menudo quillotro negociador estamos viendo”.

Para ese gremio también nos viene al pelo la cita de Quevedo con la que se intenta, no sabemos si con mucho éxito, aclarar el significado de quistarse: “Que ser quisto no es tan bueno como ser guardoso, y ser rico es mejor que quistarse con los pidones”. Pues algunos lo entendieron que no veas.

Terminamos, una vez más, con un enlace a un interesante artículo del "Laboratorio del lenguaje" del Diario Médico. El titulado " ‘LOL my thesis’: lo bueno, si breve…" que remite al proyecto “LOL my thesis” iniciado en diciembre de 2013 por Angela Frankel. La idea es sencilla, una web en la que reta a los doctorados a sintetizar el contenido de su tesis en una frase lo más concisa posible. 

Lo cierto es que en no pocos casos el humorístico resumen excede la longitud del título oficial de la investigación. Claro, que no suele tratarse de los kilómetricos enunciados tan queridos en nuestra Universidad. Pues ni con esa manifiesta ventaja hemos encontrado participación española. 




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