sábado, 2 de julio de 2016

Palabras de la semana 26ª de 2016



Pues no tuvimos sorpaso, y eso que El Mundo estuvo previsor al dedicar el domingo un artículo a explicar la historia de ese término mientras que Verne ya lo había hecho a comienzos de junio. Visto lo visto, quizá sea oportuno recordar que la película de 1962 que popularizó ese término que símplemente significa adelantamiento en italiano fue titulada en Francia "Le Fanfaron". Parece que nos pasaron la versión gala.

En nuestra modesta opinión esta semana tocó acierto en el Martes Neológico. Se ocuparon de los ninis de la mano del profesor Miguel Sánchez Ibáñez de la Universidad Europea del Atlántico, una de las más jóvenes de España que está ubicada en Cantabria. Anotaremos que el Linkedin del autor le situaba hace 3 meses en la Universidad pública de Cantabria lo que nos invita a pensar que el CVC publica con notable retraso algunas de las colaboraciones que recibe.

El lingüista nos llama la atención sobre la peculiaridad de que se trata de una abreviación de un sintagma en la que, curiosamente, se ha perdido referencia alguna a las palabras que poseen significado léxico (estudiar y trabajar), por lo que la fuerza expresiva pasa a descansar sobre esa doble negación. Interesante categoría de palabras, aunque no se nos ocurre ahora mismo ninguna más doble. Una sencilla podría ser el súper.

Nos ha sorprendido un tanto la afirmación de que “existen indicios que nos hacen pensar que este neologismo está cayendo en desuso o, al menos, no tiene visos de estabilizarse dentro de la lengua a corto plazo”. ¡Ojalá!, porque esta vez es buena hasta la ilustración. Un muy oportuno Banksy de inspiración punk.

Tampoco habría quedado mal la adjunta que muestra que también hay otros ninis. De hecho, el artículo nos recuerda el espíritu del ni-ni de Jospin (ni nacionalizaciones, ni privatizaciones) y ‘los presupuestos del ni-ni’ (ni sociales, ni creadores de empleo), por los de 2011, según las palabras del diputado Pere Macías.

Dejamos los ninis porque nos estamos enrollando. Pero no salimos todavía del CVC para traernos un recorte de la pantalla de entrada. Con ser cierto que hay neologismos nuevos y viejos, ¿qué tal neologismos recientes en vez de esos pelín cacofónicos nuevos neologismos?


Saltamos al suplemento Verne de El País que esta semana propuso 21 palabras con la L que titula como lúcidas y líricas. Pero lo cierto es que de eso, las menos, porque no vemos muy ajustadas a tal presentación vocablos como lacertoso, lambucear o lazareto. Sobre los leptorrinos, que son quienes lucen nariz larga y delgada, añadiremos que conforman una categoría descriptiva que se complementa con los mesorrinos y los platirrinos. Querido lector, sepa que usted es una de esas tres cosas.

Relacionadas con la luz, suponemos que estas serán las proclamadas como lúcidas, encontramos tres palabras: licnobio (que vive con luz artificial), lucífugo (que huye de la luz) y lumen (luz en latín, unidad de flujo luminoso). No habría quedado mal incluir lumia, un sinónimo poco usado de prostituta, que las gentes de Nokia no consideraron suficientemente conocido por los hablantes del español para descartarlo como denominación evocadora de la luz aplicada a uno de sus modelos más populares.

También anda por el comentado artículo el adjetivo letífico de actuales regias reminiscencias, por más que no parezca del todo veraz con esa connotación. Al menos a nosotros no nos alegra mucho la real sobradez.

Otra rareza es la lecanomancia, la adivinación por el sonido que hacen las piedras preciosas u otros objetos al caer en una jofaina. No cabe duda de que el diccionario le tiene gusto a las artes adivinatorias entre las cuales las más conocidas quizá sean la cartomancia y la quiromancia, pero se consignan unas cuantas más.

Fundéu también se ocupo el lunes de ese sorpaso que no fue, no están los tiempos para desperdiciar artículos ya preparados, mientras que el martes dedicaron su apunte a promover oniomaníaco, un término que no está en el Drae, propuesto como alternativa al anglicismo shopaholic. Y al día siguiente ya encontrábamos esa palabra en una noticia publicada en El Mundo.

Al día siguiente continuaron su campaña contra los anglicismos recordando que bacon no es más que baliza, un término que para nada vemos en peligro que ha realizado una curiosa peregrinación desde el latín palus (palo) al portugués baliza de donde lo tomó el español con la intermediación del habla de los mozárabes que se ocupó de convertir la pe en be.

El jueves ya se aproximaba el "El Orgullo Gay" lo suficiente como para prestar atención a una palabra vinculada. La escogida fue la LGTBfobia que no utiliza completa la versión últimamente mas vista de esa sigla que es la un tanto absurdamente exhaustiva LGTBI.  El cierre semanal de Fundéu estuvo dedicado a unas claves de redacción sobre los incendios forestales en las que critican el mal uso que, además, es abuso de la palabra efectivos aunque hemos echado en falta algo comentario por ese "perimetrar" que desde el incidente de Seseña para acá no falta en ninguna crónica sobre incendios.





PS - La que ha vivido una semana bien neologista a cuenta del fútbol es la prensa italiana. El Corriere dello Sport se inventó un burlón Tikitalia mientras que La Gazzetta dello Sport y Tuttosport compartieron un Godemos que combina su godiamo (disfrutamos) con el por aquí de moda Podemos.


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