jueves, 31 de diciembre de 2015

Ya tenemos la palabra de 2015 y la primera candidata para 2016



Como anticipábamos hace un par de semanas al comentar la palabra del año según el Diccionario Oxford (enlace), es el penúltimo día del año el escogido por Fundéu para anunciar el término homólogo en el idioma español. Y quizá ya hayan leído que los 12 bastante discutibles finalistas han sido:

chikunguña: una poco conocida enfermedad cuya presencia en la lista parece pura mala conciencia por no haber escogido ébola en 2014 (en que escogieron selfi con un año de retraso).

trolel troleo es un fenómeno ya veterano que no es que precisamente haya cobrado especial relevancia en 2015, pero todo lo relacionado con la red queda bien. Y eso que se nota un cierto pudor respecto a las marcas, porque nos parece que lo de "ir en blablacar" claramente merecería mayor atención, por no hablar del sustantivo guasap y el verbo guasapear que ya llevan un tiempo instalados en nuestro lenguaje.

refugiado: no es fácil escoger una palabra del año cuando no está del todo claro qué quiere significarse con ese concepto. Hasta ver esta candidata parecía que la cosa iba más bien de términos recién llegados o recuperados casi siempre de la mano de nuevos conceptos o usos. Pues ya se ve que no debe ser así. (1)

clictivismosi esto está instalado en el lenguaje, nosotros residentes fiscales en Babia.

poliamor: ídem pero en plan dedicatoria a los adictos a la telebasura. Triangulo 2.0 o quizá mejor 3.0, o 2.5, quien sabe. Somos tan modernos y, además, financia BBVA. No se pierdan la imagen escogida para ilustrarlo.


despatarreredenominación en clave feminista versión no-aguanto-a-los-tíos de una también veterana manifestación de la mala educación (el inglés que da pie a este término es manspreading que a la vista queda como carga semánticamente sobre quienes alivian su presión testicular).

Acompañamos una imagen de una campaña realizada por el metro de Nueva York a finales de los cuarenta, ¡ya ven qué novedad!, y debajo la del último intento de corregir ese abuso. A su lado la utilizada por el metro de Tokyo en los años setenta realizada por Hideya Kawakita (enlace a la colección completa de los magníficos carteles de esa campaña).



gastronetaespléndida adaptación del inglés food truck, aunque se les ha ido la cabeza con la "alta cocina" incluida en la definición: ‘camioneta en la que se preparan platos de alta cocina, a menudo en ferias gastronómicas’. Haber, hay de todo, pero lo que resulta maravilloso es comprobar que esta vez el español ha conseguido sintetizar en una sola palabra algo para lo que el inglés necesita dos. Bella composición, pero sin relevancia para convertirse en la palabra del año.

sextupletetriste constatación de la patética futbolización de la sociedad española. el nuevo panem et circenses. Y, encima no hubo ocasión de utilizarlo. ¡Menudo zasca!

disrupción: proceso en el que ha entrado algún cerebro de Fundéu al escoger las candidatas. La imagen utilizada no le va a la zaga al concepto. ¿Saben si ha vuelto el LSD?


iniquidad: también El País ha incluido buenismo en su lista  aprovechando así para ajustarle las cuentas al portavoz del PP. ¿Estamos a lo que ocurre en territorio del lenguaje, o a lo que nos apetezca que ocurra?

No nos ponemos pesados comentando la ilustración: puede verse, como el resto, aquí. A ver si la adivinan sin ponerse a descartar el resto.

el símbolo "me gusta" de Facebook: ¡íbamos a ser nosotros menos que el Diccionario Oxford que escogió un emoji!

zasca: nuestra favorita, aunque lo que menos nos gusta son sus usuarios televisivos. Pero mira que pretender que pudiera ser un acortamiento de zascandil...

La primera referencia que hemos encontrado sobre esta palabra está en la crónica de un partido de baloncesto entre el R. Madrid y lo Celtics realizada en octubre de 1988 por Jorge Berlanga que pone esa expresión en boca de Ramón Trecet (enlace). El sentido era otro, una mera onomatopeya trecetiana de encestar.

En cuanto a la ilustración, a ver si nos dejamos de americanadas (cuya onomatopeya para esto es slap! o pow!) y nos ponemos en clave autóctona (2). De paso les chivamos el contenido de los bocadillos que Fundéu les oculta (la viñeta pertenece al libro #153 de la colección de Superman titulado "World´s Finest" que fue publicado en 1965; enlace a la plancha completa):


Y si no hay ganas de autoctonía, pongámonos al menos policorrectos. Si hay que traer un ilustración americana, mejor que sea la que bien podría llevar el bocadillo "¡toma, por despatarrarte!"

Entre las palabras que echamos en falta, está una especialmente dedicada a quienes guardan minutos de silencio por las víctimas del Daesh. ¿Decíamos buenismo? Y es que esta nueva denominación de Isis sí que habría quedado bien en la lista de candidatas.

Esa es una de las buenas elecciones, junto con podemita, de la ya enlazada relación elaborada por El País. Y es que lo de Daesh es una genialidad de la diplomacia francesa para tocarles las narices a esos criminales. Se trata del acrónimo del árabe 'al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham' (Estado Islámico de Irak y el Levante) como Isis lo es de la denominación inglesa 'Islamic State of Irak and Syria'. Pero los terroristas detestan la primera porque en árabe tiene una pronunciación parecida a "pisotear" o "aplastar" y también se aproxima a "intolerante" o "que siembra discordia”. Se dice que hasta se han producido ejecuciones por haberla utilizado.


En cualquier caso, la elegida ha sido refugiado (ver la nota sobre la decisión), lo que pone de manifiesto que la selección de Fundéu se posiciona en una línea sociológica similar a la del Diccionario Merriam-Webster. Y es que este ha escogido el sufijo -ism que lucen nada menos que  2.733 términos recogidos en ese diccionario tales como socialism, fascism o racism  que, al parecer, han sido muy consultados este año (enlace a la explicación).

Ya se ve que el concepto palabra del año lo aguanta todo. Al menos contamos con una bonita ilustración tomada de la portada del semanario The New Yorker 26 de octubre. Y es que no cuestionamos que haya sido un tema candente en los medios de comunicación. 

Y ahora, año nuevo..., a buscar una equivalencia autóctona para affluenza, que el simple expediente de quitarle una efe no nos convence. Y es que como por aquí a la gripe no le decimos influenza se pierde la gracia. Pero como afluenza tiene artículo en la Wikipedia esa consecuencia de la educación sin límites también llamada "enfermedad de los niños ricos" que le sirvió de atenuante a Ethan Couch tras matar a cuatro personas cuando con 16 años conducía bebido. Pues no debió parecerle a este cabrón con cara de eso mismo, créannossuficiente sensibilidad la de la jueza, así que decidió huir a México con su madre. Un país en el que acaban de iniciar el trámite de su devolución a Estados Unidos donde parece que van a recetarles a los dos alguna pena adicional.

Lo de la adaptación de la affluenza al castellano lo resuelve en un periquete un asturiano de pro con un "atacadismo", porque a fin de cuentas parece que no deja de ser el fruto de estar "atacao" de o por el dinero.



(1) El director general de Fundéu BBVA Joaquín Muller explica en la reseña sobre el premio publicada las condiciones que le piden a la palabra del año: “que haya estado en las noticias y en las conversaciones en el 2015, que tenga además un cierto interés desde el punto de vista lingüístico y que sea un término común a todo el ámbito hispanohablante, no propio solo de un país o región. Que sea un término nuevo o no, no resulta relevante para nuestra decisión”.

Será así, pero ya es casualidad que sea la única de las 12 finalistas que no cumple la condición de ser un vocablo relativamente nuevo o revitalizado.



(2) La ilustración íntegra de Angel Pardo para El Justiciero Fantasma publicado a finales de los años cuarenta es la que sigue:


Y es que tenemos que reconocer que los zascas del Capitán Trueno y compañía ya son claramente excesivos para las sensibilidades actuales.






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