viernes, 25 de diciembre de 2015

El marketing de la solidaridad


Ya casi no hay carrera popular que no luzca el adjetivo solidario. Ahora que todo el mundo se ha puesto a corretear, parece que se ha hecho obligatorio hacerlo para algo mas que poner a prueba la propia condición física y espíritu competitivo.

Se corre para casi todo, pero sobre todo a mayor gloria de la imagen pública de los organizadores. En este sentido nos ha llamado la atención que la navideña carrera organizada por la Fundación Fernando Alonso tenga como objetivo recaudar fondos para instalar pasos de cebra (#quierounpasodecebra). Y es que no entendemos muy bien esta especie de privatización de la gestión de esos rayados puntos de cruce peatonal.

Si se entiende que alguno determinado es necesario lo que habrá que hacer es dirigirse a la administración competente y pedírselo educadamente. Y en caso de no recibir una solución satisfactoria, cuando se trate de una necesidad manifiesta y razonable lo que bien podría hacerse es airerar el asunto en el espacio que ocupa en la prensa la noticia de que unos señores corren para poner indefinidos pasos de cebra. En esto preferimos causas mas concretas y averiguar, de paso, si estamos votando bien a los gestores de la cosa pública que están "obligados" a velar por estas cosas.

Lo que ocurre es que, como decíamos, cada vez son mas los famosos que ponen variopintas causas al servicio de su imagen pública en vez de su personal esfuerzo al servicio de esas causas, que eso es lo que significa solidaridad.

Y así es que nos encontramos con recaudaciones desproporcionadamente bajas respecto a los brutales dividendos en imagen percibidos por los organizadores. Prueben a comprar el espacio que ha dedicado la prensa asturiana a este evento y compárenlo con los 3.500 euros recaudados (500 participantes a 7 euros) de los que esperamos no haya que detraer el coste de las publicitarias camisetas entregadas. Al final de esta entrada pueden ver como destaca hoy el asunto la edición digital de La Nueva España y solo algo menos El Comercio.

Es mas, imaginen la de pasos de cebra musicales y magníficamente iluminados que podría instalar la administración asturiana con los 5 milloncetes que se ha gastado en construir un circuito de karts con museo anejo, o viceversa, para cedérselo a esa Fundación que luego recauda 3.500 euros para suplir supuestas disfunciones de esas mismas administraciones públicas.


A ver si los inquilinos del circuito-museo al menos tienen la dignidad de rendirnos cuentas de como acabó la iniciativa, otro punto negro de casi todos estos actos que antes se llamaban benéficos.

Y es que menudas cuentas las de estas solidaridades tan de moda.





Anexo: la portada de LNE digital de hoy. Pida precio de publicidad para el espacio sombreado.




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