martes, 13 de octubre de 2015

La degradación lingüística del diario El Comercio


Es llamativo advertir como el producto astur del grupo editorial nacido a partir del diario Abc, un tradicional guardián de la ortodoxia lingüística, utiliza un lenguaje tan descuidado. Era recorrer ayer la portada de la edición digital y tropezar con un auténtico aluvión de despropósitos.

La cosa comenzaba ya con ese afectado estadounidismo (sí, esta palabra existe y está en el Drae desde 2012) de “la última parada”. Eso mejor dejarlo para las del bus, amigos. En español lo parado está quieto, y en México explícitamente de pie. En aquella hermana tierra la que está parada en la adjunta foto es l
a familia real.


El uso militar del término es el recogido en la 22ª acepción de ese vocablo: mil. Formación de tropas para pasarles revista o hacer alarde de ellas en una solemnidad.

En la revista son los mandos quienes se desplazan ante una tropa formada y estática. Pero cuando esta es la que “en ciertas solemnidades, marcha en formación ante alguna autoridad” lo que hace es desfilar en la 4ª acepción de la palabra. 

Sres. de El Comercio, tomen ejemplo en esto de sus competidores de LNE y manden a paseo a esos horteras periodistas que parecen querer aparentar que están recién vueltos de vivir en Estados Unidos.

Pero al poco de reanudar la lectura topamos con el ciertamente muy asturiano vicio de ignorar las formas verbales reflexivas. Cierto que es un uso que prolifera en las calles del Principado, pero es neciamente populista sumarse al error en vez de colaborar en su corrección. No se es más asturiano por utilizar mal ese maravilloso código de comunicación llamado lengua española.

Cualquier día se descuelgan con uno de esos pavorosos "me aprendieron" que todavía hay ignorantes que utilizan por "me enseñaron". La caderas “se rompen” enigmático M.M.M.M., que bien parece que también hayan duplicado sus iniciales tras ese "Gijón Gijón".

Y para rematar, qué decir de ese tecnicista pleonasmo de la “profundidad de 650 metros negativos”. Seguro que los osados espeleólogos la han alcanzado descendiendo hacia abajo. 


¿Habrán regulado de empleo al redactor jefe? Como todo es culpa de la crisis.


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