viernes, 24 de julio de 2015

La legión arribafirmante


Partiendo de que el "arriba-" del titular procede del lugar donde se firman los artículos académicos, con lo que pretendemos dejar claro que no estamos refiriéndonos a manifiestos, ¿tiene sentido que un artículo tenga 56 firmantes?

Pues esos son ni mas ni menos los que tiene el titulado “Non-coding recurrent mutations in chronic lymphocytic leukaemia” publicado el pasado miércoles día 22 en la versión online de la prestigiosa revista Nature. No es fácil conseguir que esas gentes te acepten un artículo, así que no es extraño el eco que se ha hecho la prensa asturiana del "acontecimiento" dado el protagonismo que en el mismo tienen los investigadores locales. Aunque que no tan exclusivo como pretende algún titular que repasaremos mas adelante.

Ya acostumbrados al pertinaz localismo de la prensa astur, una segunda crítica sería que en esas crónicas se ha orillado manifiestamente al primer firmante, el investigador de la Universidad de Oviedo Xose S. Puente. Era casi inevitable que resultara eclipsado, como es habitual en estos casos, por la merecida fama del director del equipo de investigación al que está adscrito, el brillante oscense afincado en Oviedo Jesús Lopez-Otín.

La inclusión del poco pertinente gentilicio es un recado para nuestra prensa local a la que estamos encantados de mostrar la noticia sobre este investigador publicada en "el Periódico de Aragón" el 30/10/2014 (enlace) al hilo de otra de sus líneas de trabajo.


Volvemos con nuestro título. La viciosa práctica académica de acumular firmas en los artículos (en los libros la cosa cambia, que se reparten perras) es la tan lógica como indeseable consecuencia de la importancia que se da en la valoración de los currículos a la cantidad frente a la calidad (concepto que evidentemente incluye el grado de protagonismo) de lo publicado. Y, como bien puede verse en este caso, la cosa puede llegar a tomar tintes ridículos. También son grandes contribuyentes al artículo de D. Xose & al. las madres que, respectivamente, los parieron. Pero ellas, como otros muchos de esos 56, en ese texto no han puesto ni una coma, luego no firman. Pero en esto funciona estrictamente lo del hoy por tí y mañana por mí, así que yo te lo inflo (el currículo) y tu me lo inflas. 

No estaría de mas que se propiciara la buena práctica de limitar a un cierto puesto en la lista de firmantes la inclusión de un determinado artículo en el historial investigador: mándeme su currículo de grado 8, no más por favor.

Pero, de momento, las cosas son como son, así que ahí va la relación de los 56. Observen al final de la lista como la revista Nature ha tenido que incluir un botón para desplegar o contraer las kilométricas listas de firmantes que recibe y evitar así que copen el limitado espacio destinado a las reseñas.



Ahora vamos con el reflejo de la noticia en la prensa asturiana. Muy ponderado El Comercio refiriéndose al "equipo español", y es que en esto también participan el Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona. A ello se añade el bonito detalle de incluir los apellidos de los dos codirectores, Elias Campo y el asturoscense, o cronológicamenete oscenseastur, López-Otín, quien ni con la unión de apellidos ha conseguido que le mantengan el López. Todo muy preciso y correcto. Un bien por M. F. Antuña.


Pero que sería de este blog sin La Nueva España. El diario al que hace bien poco veíamos proclamar el advenimiento de un "revolucionario carbón creado en Asturias" (enlace al apunte). Y en el caso que nos ocupa queda bien claro que no se han dejado impresionar por los 56 firmantes porque despachan la noticia con el unipersonal “Otín revoluciona el tratamiento de una leucemia linfática”. Cierto es que en el desarrollo posterior de la misma se moderan un poquillo y la cosa pasa a ser “Una investigación del equipo de Otín…”. Aún así, no olvidemos que esta es una revolución que ya lleva años en curso (vean, por ejemplo, una crónica de la misma en La Vanguardia del 17 de mayo de 2012).

Añadamos que en la edición impresa de LNE no olvidan introducir una referencia a la incidencia de la enfermedad en Asturias que, sin que ello suponga frivolizar sobre la situación de estos enfermos, afecta anualmente a un colectivo menor del que cifran los firmantes del artículo de marras. Ya hemos dejado claro que no somos partidarios de valorar la importancia de las cosas solo en función de la cantidad.

Vamos a concluir constatando como esa permanente búsqueda del enfoque periodístico local nos priva de magníficos titulares. Vean la maravilla comunicativa que hemos encontrado en la red sobre esta noticia. Esto sí que invita a leerla, algo que pueden hacer siguiendo este enlace.






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