La wikipedización del conocimiento

En nuestra modesta opinión ha acertado el jurado de los Premios Príncipe de Asturias galardonando a la Wikipedia que, con todos sus defectos, es una utilísima herramienta que muestra lo valioso que puede resultar el trabajo cooperativo. El mismo que la alcaldesa Carmena quiere utilizar para mejorar la limpieza de las escuelas madrileñas. ¡Y vaya ramalazo esa exclusiva referencia a las madres! Con lo que ha costado trasformar las APAs en AMPAs.

Volvemos a la Wikipedia antes de que se nos vaya el tarro, porque su gran valor y utilidad no debe encubrir la posición de proveedor de conocimiento casi exclusivo, o al menos dominante, que ejerce sobre muchos ciudadanos. Y eso nos gusta menos porque la calidad de los artículos es muy irregular como lógica consecuencia de la multiplicidad de autores. Menudos contrastes, además, entre los diferentes idiomas.

Buena parte de la culpa de la preeminencia que ha adquirido esa enciclopedia internetal se nos hace que es de Google cuyo algoritmo sin duda la adora (tanto como desprecia a nuestra RAE). Ya nos gustaría que de vez en cuando antepusiera alguna otra fuente, a ser posible escogida por su calidad y no por el número de visitantes, enlaces o lo que sea que estén priorizando. Claro que para ello habría que implementar un sistema de valoración de los artículos que bien podría involucrar a la comunidad universitaria que en esto de la formación/información por internet se ha quedado tan fuera de juego.

A ver si alguien recoge ese webero guante y monta el Wikiadvisor para que los usuarios sepan lo que van a meterse entre los parietales y, de paso, los buscadores tengan la bondad de dirigirnos hacia la consensuada como “mejor información” disponible sobre una concreta consulta. ¡Ah!, y nada de vender al mejor postor la priorización de los resultados que la cultura no es lo mismo que buscar un vuelo.

Así que a ver si esa Comunidad Europea tantas veces atentísima a las posiciones dominantes toma nota del problema en asunto tan sensible como es el conocimiento y empieza a fomentar la mejora de esta concreta “experiencia de usuario” (ya notarán que ha estado por aquí el marketing).

¿Andará por ahí alguno de esos 751 eurodiputados que se no hace no están particularmente agobiados de trabajo?