domingo, 24 de mayo de 2015

En campaña (y XVI)


"Hemos ganado, peo todavía no sabemos quienes" (Pío Cabanillas Gallas)

"Yo ya no sé si soy de los nuestros" (un alcalde franquista)

"Debería haber quedado un poco mas arriba" (Edurne) (N. del E.: cabía haber probado sin bragas; ver nota 1)

Esta noche casi todos harán que celebran algo, aunque a los que vienen mangoneando la cosa hasta ahora seguramente no les dará para tanto aparato como el de la ilustración realizada por Perry Barlow para The New Yorker. Refleja la victoria de Cleveland en las elecciones americanas de 1884 aunque no sabemos por qué fue motivo de portada en 1936. Pero nos gusta su plástica nocturna y por eso se la traemos (¡cliquen para agrandarla!). Lo que sí podemos anticipar es que por aquí las cosas van a estar mucho menos claras.

Pocas veces se admite abiertamente la derrota en política y por ello no es fácil encontrar cubiertas de revistas que ilustren esa situación. Una de las pocas que conocemos que capta la escena del candidato vencido es la realizada por Norman Rockwell para el número del 8 de noviembre de 1958 del Saturday Evening Post. No verán muchas caras así esta noche, esto es un juego de profesionales bien entrenados en el disimulo. Alguno hasta nos dirá que ha entendido el mensaje. Un clásico del déjà vu.

A los conocedores de la obra de Rockwell la portada anterior inevitablemente les trae a la memoria otra publicada algunos años antes en la misma revista (el 27 de diciembre de 1947) en la que se representaba una agotada vendedora navideña. No es improbable que sean algunos electores los que hoy se sientan así. ¡Por fin! Esperemos que, al menos, no sea como la muletilla del cómico: ¡y total pa naaaa!

Los que no faltarán son quienes estén prestos a sacar provecho pase lo que pase, una actitud que satirizaba en 1961 la revista americana MAD con una doble felicitación al vencedor de las elecciones presidenciales norteamericanas. Como tenían que cerrar su número de enero antes que se conociera el ganador, colocaron la felicitación a uno de ellos en portada (Nixon) y al otro en la contraportada (Kennedy, que fue quien finalmente ganó) y dieron instrucciones a los vendedores de que colocaran la revista por el lado que procediera. "Estuvimos contigo desde el principio" se lee en ambas.


Ya para terminar, vamos a recordar que esa publicación satírica repitió el juego en las elecciones del 2000, aunque en este caso en la fase de campaña. Durante la misma publicó una doble portada en la que su mascota, Alfred E. Neuman, apoyaba, ciertamente a su peculiar manera (2), a "su candidato favorito".





(1)  Parece que también ha dicho "me he quedado a gusto, ya dije que las votaciones no dependían de mí". ¡Mejóranoslo Floriano!


(2) Con sus pequeñas pancartas convierte el mensaje de apoyo a Gore en "goofy retard" (tonto retrasado) y el de Bush en "bumbling shmuck" (inepto idiota).

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