sábado, 31 de enero de 2015

No cuadran los condones (ni siquiera haciendo bien las cuentas)



Ya saben de nuestra afición a verificar las cifras que nos parecen sorprendentes, por medio de algún método de contraste. Un asunto al que tenemos dedicado algún apunte como el de setiembre de 2013 en el que explicábamos a los ovetenses como las cifras de asistencia que se daban para el Día de América eran sencillamente disparatadas.

Siguiendo esa línea de pensamiento crítico con los números, ya estábamos a punto de recomendarles el artículo “El sexo de verdad el que no aparece en las encuestas del CIS reveladopor Google” publicado por Miguel Ayuso el pasado miércoles en El Confidencial, cuando reparamos en dos errores de cálculo cometidos por su autor. Aunque hoy observamos que alguien ha tenido la bondad de advertirle, porque cuando escribimos estas líneas han sido rectificados.

No cabe duda de que que la intención del artículo es magnífica, dar un nuevo argumento al conocido principio de que las encuestas no reflejan como son los encuestados sino, más bien, como les gustaría ser. A tal efecto reproduce la comparación entre los condones que deberían ser utilizados según los datos de las encuestas y los realmente vendidos, que fue realizada unos días antes en The New York Times por Stephens-Davidowitz. En el caso de España no queda mas remedio que recurrir a los vetustos datos de la “Encuesta sobre Actitudes y Prácticas Sexuales”, realizada por última vez por el CIS en 2008. Diríase que estas cosas ya no interesan.

El caso es que la cuenta original de Ayuso era la que sigue:

Según el último estudio del CIS, de 2008, el 71,7% de los hombres y el 65,3% de las mujeres asegura mantener relaciones sexuales al menos una vez a la semana. En la misma encuesta puede leerse que el 66,4% de los hombres y el 52,3% de las mujeres inmersos en una relación estable utilizan preservativo.

Si nos fiamos de la encuesta del CIS, teniendo en cuenta que España tenía en 2008 46 millones de habitantes, en torno a 31 millones de personas hacen el amor todas las semanas, y de ellas más de la mitad usa preservativos. Siendo generosos (pues, supuestamente, el 25% de los encuestados hace el amor tres o cuatro días a la semana) al menos 15 millones de personas usan un preservativo a la semana. Teniendo en cuenta que un año suele tener 52 semanas, deberían venderse al año en España 780 millones de condones. Ese mismo año, en 2008, según una encuesta de Nielsen, en España se vendieron 125 millones de preservativos. Algo aquí no cuadra.

¿Notan algo raro? Pues vean ahora la actual redacción del segundo párrafo:

Si nos fiamos de la encuesta del CIS, teniendo en cuenta que España tenía en 2008 46 millones de habitantes (y descontando el, aproximadamente, 20% de menores de 18 años que no podían contestar la encuesta del CIS), en torno a 17 millones de personas (son parejas) hacen el amor todas las semanas, y de ellas más de la mitad usa preservativos. Siendo generosos (pues, supuestamente, el 25% de los encuestados hace el amor tres o cuatro días a la semana y el 3,7% dice mantener relaciones a diario) al menos 8,5 millones de personas usan un preservativo a la semana. Teniendo en cuenta que un año suele tener 52 semanas, deberían venderse al año en España 442 millones de condones. Ese mismo año, en 2008, según una encuesta de Nielsen, en España se vendieron 125 millones de preservativos. Algo aquí no cuadra.

Advertirán que el principal error no era la inclusión de los menores de 18, y eso que algún polvín echarán, sino el mucho más craso de no tener en cuenta que en las prácticas sexuales suele consumirse un preservativo por pareja. No entremos en detalles. Con todo, todavía le falta cambiar un personas por parejas. Las prisas correctoras.

Lo que no deja de ser ciertamente interesante es constatar que el índice de sobreponderación de su actividad sexual realizado por los españolitos y españolitas medios podría ser del orden de 3.

¡Ay las encuestas! Y Arriola interpretándoselas a Mariano.




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