miércoles, 14 de enero de 2015

A un imán (radical) de distancia de la ametralladora

Nos cuesta asignar probabilidad cero a un fenómeno por mas que parezca absolutamente imposible. Pero no es menos cierto que consideramos mucho mas probable que quienes están apedreando los autobuses asturianos que están realizando los servicios mínimos en la huelga de Alsa, no digamos cuando lo hacen con los niños del transporte escolar dentro, resulten ser algunos de los mas descerebrados huelguistas y no unos enviados de la empresa. Y esto último es lo que se ha permitido manifestar con increíble desvergüenza, no digamos ya falta de pruebas, el responsable del sector de carreteras de CC.OO. en Asturias que responde al nombre Manolo García. Así lo recogía LNE.

Realizar acusaciones de esta gravedad sin aportar ningún tipo de indicio probatorio retrata a una persona. Mas si cabe cuando es conocido que el único motivo real de esta increíble huelga es forzar la readmisión de un sindicalista de UGT despedido por robar gasoil tras admitir los irrefutables hechos. Pero Comisiones ha decidido jugar a demostrar lo fuerte que es y lo bien que, por tanto, harán los trabajadores de Alsa en votarles a ellos y no a los “compañeros” de UGT en las próximas elecciones sindicales. ¡Mirad como conseguimos lo que queremos! Vaya favorcito que le están haciendo al otro gran sindicato a costa de su golfo representante.

La historia está llena de personas aparentemente normales que en determinados circunstancias han cometido auténticas monstruosidades sin pestañear. Quizá el referente mas tópico sea la Alemania de Hitler. Así que da miedo pensar de que cosas no serían capaces individuos como Manolo que actúan de esta manera, máxime con tan indigna causa, cuando tienen la suerte de vivir en una sociedad que afortunadamente no está sometida a las circunstancias que propiciaron terribles episodios históricos. Si quien muy probablemente conoce los nombres y apellidos de los apedreadores es capaz de comportarse así únicamente impulsado por el deseo de mostrar los huevos que tiene, qué no sería capaz de hacer en el nombre de la fe adecuadamente adoctrinado por algún imán fundamentalista. O por algún laico como Adolf o Pol (Pot, añadimos, que este es un poco mas difícil). Las SS no se formaron con extraterrestres.

Con todo, lo mas triste quizá sea ese falso sentido del compañerismo que impide a seguidores y adláteres de este sindicalista quitárselo de en medio. Les conseguirá cosas, pero sepan que siguen a quien seguramente no es mucho mejor que los terroristas de París, solo le falta un poco de adoctrinamiento y una causa mas poderosa.

¡Qué asco!


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