miércoles, 3 de diciembre de 2014

La conexión Oviedo-Brooklyn de Sorolla


La obra de Joaquín Sorolla está muy bien representada en Madrid gracias al monográfico museo que ocupa el que fuera domicilio del pintor en Paseo del General Martínez Campos. Un inmueble legado en 1925 al estado español por la viuda del artista Clotilde García del Castillo junto con una extensa colección de obras de su marido. El punto más débil de esa magnífica colección quizá sea la escasa representación de las obras realizadas por encargo de los acaudalados admiradores norteamericanos del artista, una laguna que ha venido a paliar la Fundación Mapfre con la exposición “Sorolla y Estados Unidos” que permanecerá abierta hasta el 11 de enero de 2015. Vayan si tienen ocasión (y si no pueden consolarse con la interesante visita virtual que se ha desarrollado). 

El también muy recomendable Museo de Bellas Artes de Asturias (que es mucho mejor que su web), recordemos que esto es Vetustideces, contribuye a la muestra madrileña con una obra llegada al mismo en el seno de la colección de cuadros con que se liquidó la herencia de Pedro Masaveu, tras un polémico pleito con la Comunidad de Madrid sobre la residencia real de tan huraño millonario. Nos referimos a “Corriendo por la playa” (1908), un cuadro cuya mediterránea luminosidad se aprecia mucho mejor cuando se viene de contemplar la concurrida representación de paisajismo asturiano que muestra el museo ovetense.


Dicen los textos explicativos que se han elaborado para la exposición madrileña que con motivo de los trabajos de preparación de la misma “se descubrió” (las comillas obedecen a que se trata de obras accesibles a través de la web del museo, aunque desconocemos desde cuando) que el Museo de Brooklyn conserva cuatro bocetos preparatorios que ahora pueden verse en el Paseo de Recoletos junto al resultado final. Y esa contemplación conjunta es uno de los alicientes de seguir nuestra recomendación de visitar la citada muestra (que además es gratuita, no como en el Círculo de Bellas Artes que te cobran 3 euritos por ver la trayectoria del dibujante Ibáñez). Como en la anteriormente enlazada visita virtual no está del todo conseguida la apreciación conjunta, vamos a incluir aquí unas imágenes de los citados bocetos.


A ver si a la vuelta del cuadro el museo asturiano se animan a poner un panel explicativo con alguna de estas imágenes.

Otro interesante detalle de la exposición que entendemos merece un comentario es que, según explica la audioguía (esta sí es de pago, 3,50€), la bien patente retirada de la corona sufrida por el retrato de 'La reina doña Victoria Eugenia de Battanberg con manto de armiño' (1908) es el fruto de la reacción del pintor al ver defraudada su expectativa de compra del cuadro por parte de la Casa Real.

En el original se aprecia bastante mejor que en la foto anterior, pero si forzamos el contraste de la imagen se hace patente el retoque realizado sobre la regia cabeza. Todo un carácter el sr. Sorolla.


Vamos a concluir esta recomendación de hoy con una referencia al impactante cuadro “Triste herencia” (1899) que ocupa un lugar preeminente en la entrada de la muestra. Aquí nos ha llamado la atención la forma en que Sorolla se anticipó al ahora inevitable pixelado de los rostros de menores, pero resolviendo el expediente con auténtico genio artístico. Añadimos algunos detalles a modo de colofón.





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