jueves, 28 de agosto de 2014

Ilustraciones del mundo al revés (III): la caza inversa


Repasábamos en la entrada precedente de esta serie la categoría “intercambio de papeles entre humanos y animales” perteneciente al concepto creativo el “mundo al revés”. Hoy vamos a realizar una incursión en la subcategoría de la “caza inversa” que ya se apuntaba en aquel apunte por medio del anuncio de la foca cazadora de niños y de un infantil trofeo de caza colgado en la pared. Se trata de un concepto que ha sido muy explotado por la publicidad con las organizaciones ecologistas a la cabeza de su uso, por más que también ha servido para anunciar desde suplementos vitamínicos a periódicos financieros (el doble ejemplo que puede verse más abajo pertenece al diario Borsen: "nueva economía, la nueva ley de la jungla") o prendas  de baño (Arena).


No será malo añadir un par de ejemplos de que la cosa no siempre tiene que ir en plan sanguinaria depredación.



La exhibición del trofeo constituye en sí misma toda otra subcategoría que solo apuntamos con unos pocos ejemplos porque requiere una entrada enterita. Nos lo apuntamos.


Retomamos el asunto de la persecución venatoria para constatar que también ha tenido su protagonismo en The New Yorker a cargo de predadores que van de una aparentemente inofensiva mariposa a un vegetal cazador que subvertía el tópico de la tala del arbolito navideño. Lo mismo cabe decir del pavo que protagoniza tantas portadas de esa revista próximas al Día de Acción de Gracias, la principal jornada festiva de los Estado Unidos en la que es típico comer un ejemplar en familiar reunión. Ya en 1970 la cosa había acabado en la portada de la humorística Sick como puede verse junto a estas líneas.



Otra revista que ha ofrecido algunos interesantes ejemplos de caza inversa es la francesa Fluide Glacial, acompañamos una pareja:


El cine también aporta algunos famosos depredadores como
el tiburón llevado al cine por Spielberg que tantas parodias ha inspirado y, particularmente, algunas de las que nos interesan ahora, las que le dan la vuelta al referente. Junto a estas líneas recordamos el famoso cartel de la película para ayudar a realizar el contraste con los anuncios de organizaciones conservacionistas que han representado un ser humano en el papel del depredador.

Las siguientes piezas, que están colocadas por orden cronológico, pertenecen al Shark Trust del Reino Unido (2004), al United Nations Environmental Program (UNEP, 2009) y a las autoridades medioambientales de Hong Kong (2010), un lugar donde se consumen ingentes cantidades de sopa de aleta de tiburón (4.460 toneladas de aletas precisaba la campaña que cifraba en 73 millones los ejemplares capturados anualmente).


Un concepto similar ilustraba la portada del número de junio de 2011 de la revista Miami New Times. En el caso de la británica “The Spectator” de mayo de 2001 no solo todos los involucrados eran humanos sino que, además, el escualo era nada menos que Toni Blair.


La versión humano contra humano también ha tenido bastante éxito en el mundo del cómic donde se ha visto con todo tipo de protagonistas.


Otra ingeniosa forma de darle la vuelta al cartel de  Tiburón fue la utilizada en el número uno de la edición argentina de MAD que, en nuestra opinión, superó de largo a la versión del poster utilizada por la matriz americana. Opinen ustedes mismos.


Con ser muchas las variantes del icónico escualo, lo cierto es que el campeón cinematográfico de la inversión de papeles es el colosal King Kong, una afirmación que nos comprometemos a documentar otro día.



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