domingo, 4 de mayo de 2014

Madres


Ya les hemos dado repetidas muestras de nuestra devoción por las portadas del semanario “The New Yorker”. Este tiene la costumbre de hacer referencia en las mismas a diversas celebraciones anuales entre las que, desde los años noventa, es una temática habitual el “Día de la Madre”. Así que nuestra contribución a los fastos de esta fecha va a consistir en un repaso de las ilustraciones dedicadas a la maternidad. 

Iniciamos la selección con dos representaciones gráficas del esfuerzo y multiplicación que requiere su ejercicio. Las ilustraciones son de Edward Sorel (1994) y Carter Goodrich (2006).

 
Tampoco ha faltado la representación de la dulce tiranía ejercida por los pequeños. Lo hizo Anita Kunz con una creatividad que daba continuación a la realizada por William Joyce el año anterior con motivo del “Día del padre” que en Estados Unidos se celebra el tercer domingo de junio.

 
Para compensar la un tanto negativa, por más que realista, visión anterior, al año siguiente se utilizó como contrapunto una representación del deseo de agradar a sus padre, ya se ve que no siempre plenamente conseguido, que también muestran los niños en ocasiones. La ilustración fue obra de Gary Baseman.

Otra obsequiosa representación animal fue portada en 1992 con ejecución de Danny Shanahan. Aunque los elefantes son en la prensa americana una habitual metáfora de los republicanos, en este caso no cabe hacer segundas lecturas porque entonces no estaba claro que George H. W. Bush, o sea, el padre del amigo de Aznar, no renovaría su mandato en la elecciones celebradas a finales de ese año.



Es curioso como algunas portadas del “Día de la madre” están conectadas con varios temas que hemos tratado en los últimos días. Si el viernes hacíamos referencia a las palabras de Miriam González “de Clegg” que proclamaban que “los hombres que cuidan a sus hijos tienen más cojones", un pelotón de esos maridos cojonudos que se contraponen a una, suponemos más que vemos, sorprendida recién llegada, ya se había asomado en mayo de 2012 a la colección que estamos repasando en una ilustración de Chris Ware

También ha habido lugar para visiones más pesimistas de la crianza infantil, próximas a la estabulación podría decirse. Se nota que el ilustrador Bruce McCall encargado de la cubierta del 9 de mayo de 2011 es un declarado no creyente en la celebración (fte).
   

Es destacable que la poco convencional interpretación de Chris Ware que acabamos de ver dejó en borrador una también brillante pero más clásica propuesta de Tim Foley que se dio a conocer en el libro recopilatorio de portadas desechadas titulado "The Blown Covers".

Otro asunto que tratábamos el pasado fin de semana en el análisis de estadísticas demográficas era el peso, ciertamente muy dispar, de los hogares monoparentales y los formados por parejas homosexuales. Ambas tipologías ya habían sido interpretadas en las cubiertas por “The New Yorker” con motivo de esta celebración: en 1999 por obra de Harry Bliss y el pasado 2013 por otra creación para esta fecha de Chris Ware. Esta portada ya se la habíamos enseñado anteriormente en el apunte en el que henos compilado las portadas de temática gay de esta revista.


También hay escenas asociables con esa decila de la población que veíamos que vive sola y está constitutida mayoritariamente por madres. En ellas hemos visto desde una reflexión sobre el efecto del paso de los años ilustrada por Ian Falconer hasta la importancia que tiene para estas solitarias ese cordón umbilical con el mundo que es el teléfono genialmente interpretada por Edward Sorel.






La impactante representación de una mosqueada ansiedad por medio de la mirada está basada en el retrato de la madre del pintor James Abbott McNeill Whistler, un cuadro conservado en el parisino Musée d´Orsay cuyo título oficial es “Arreglo en gris y negro n.º 1” (1871). Un cliché suficientemente popular en Estados Unidos como para que le dediquemos una próxima entrada para el solo.

El esfuerzo de la madre trabajadora fuera de casa también ha tenido su representación por obra de Art Spiegelman en una portada que se contrapone la dulzura encubridora de otro mensaje mucho más mordaz. No es otro que el que se deduce de la inteligente contraposición de la maternidad  y la renuncia a la misma, con toda seguridad en aras de una exitosa carrera profesional. Un concepto brillantemente ilustrado por Carter Goodrich.


En tan inteligentes editoriales gráficos no podían faltar las referencias a otras formas de maternidad. Dejamos a su criterio los detalles interpretativos de las creaciones de Barry Blitt (2008) y Anita Kunz (2005) que se muestran debajo (1). La primera de ellas es, además, un guiño a otra portada 40 años anterior, la del número del 3 de febrero del 68 ilustrada por William Steig que reproducimos junto a estas líneas.


Sin llegar a la identidad clónica, la portada de 1993 obra de Art Spiegelmann nos recuerda aquello de que "de tal palo tal astilla". En ese contexto qué mejor regalo que incorporar una mensaje de amor indeleble con medios ya explorados por mamá.

Como hemos visto pocas variantes del ejercicio de la maternidad están pendientes de pasar por la portada del semanal “The New Yorker”. Así que las madres vetustilectoras pueden ahora escoger con cual de las diecisiete propuestas inventariadas se identifican en mayor medida.




(1) Este concepto tiene un antecedente notable en la portada de Esquire de noviembre del 89 en la que John Goodman ilustraba artículo "Cómo criar un hijo perfecto" (aunque ya se ve que irónicamente representado como fumador hijo de fumador). GQ también hizo su propia versión en mayo del 2007 con el humorista Stephen Colbert como protagonista.



Esquire ya había experimentado anteriormente con otras variantes de la creatividad "personaje consigo mismo" como vemos en los números de mayo del 72 protagonizado por Sid Caesar y de setiembre del 75 en el que era Telly Savalas quien aparecía junto a un sosias para ilustrar la referencia a un festival de parecidos con famosos.


Otras dos variantes de loa conceptos anteriores: Rod Stewart con su (añeja) foto en Billboard de abril de 2003 y en 2009 un multirracial Terry Richardson en Vice.


Pero la más antigua versión padre-hijo en brazos, aunque sean los de una enfermera, que conocemos es la que utilizó el National Lampoon en su portada de noviembre del 77. A su lado hemos colocado una divertida variante del conmigo mismo, en este caso con la propia caricatura, protagonizada por el cocinero Heston Blumenthal en el suplemento del Financial Times (24/9/2011).






Adenda 5/14: La portada de este año se dio a conocer después de la publicación de esta entrada. Ahí va para su conocimiento el compendio ilustrado por Roz Chast de la jornada de una madre al cuidado de los juegos de su hijo en el parque.





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