lunes, 7 de abril de 2014

Agravios

Da la impresión de que nos hemos convertido en un país de buscadores de agravios. Abandonado el principio del  interés colectivo parece que el esfuerzo político (dicho en sentido amplio, no sólo el esfuerzo de los políticos) se centra en identificar qué puedan tener nuestros vecinos que no tengamos nosotros. En definitiva, contra qué nos unimos. Y así es como algunos dirigentes populistas llegaron al famoso “AVE para todos”. Qué mas da el número de viajeros. ¡Sería por dinero!

Al final resultó que no éramos tan ricos como creíamos y empezaron los líos. Pero estábamos con lo de los agravios. No cabe duda de que  venden, basta ver cómo crece el llamado “sentimiento” nacionalista en Cataluña, mientras que en otros pequeños rincones patrios diríase que no hay mas nacionalistas porque no hay dinero ni para eso. Con todo, ya se encarga la prensa de calentar los ánimos, suponemos que porque han llegado a la conclusión de que eso vende mas periódicos.

Ya les anunciábamos la pasada semana (en el apunte "Un túnel sin tren y un tren sin túnel") que íbamos a abstenernos de acercarnos a la manifestación ferroviaria de León porque nuestro principal medio informativo local nos contaba que allí se iba a rechazar el invento de los trenes directos a Asturias con los que Renfe trata de paliar la demora que supone entrar en León con el actual fondo de saco inaugurado por el Ministro José Blanco (les recordamos que el Psoe es uno de los convocantes de la protesta). Así no decían el pasado martes primero de mes:
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Ahora resulta que cuando la protesta leonesa ya no ha podido contar con nuestra modesta presencia descubrimos que no había tal petición. Así ve a posteriori el asunto La Nueva España sin desaprovechar un bastante tópico juego de palabras (una norma del periodismo actual a la que tendremos que dedicar espacio otro día):
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Para mejorar nuestro conocimiento de lo reclamado hemos buscado el texto completo del manifiesto, que no estaría de mas hubiera facilitado en alguna de sus reseñas previas nuestro diario local, para descubrir que en este país que se ha olvidado de pedir y ya solo sabe exigir, lo que tal hacían los leoneses y leonesas (con esto sí que nos expulsaron de la manifestación) allí concentrados era lo siguiente:

1. La llegada urgente de la Alta Velocidad a León en vía doble y sin merma alguna en sus sistemas de seguridad.

2. Su coexistencia con el transporte ferroviario convencional, que da servicio a numerosas localidades de la provincia

3. El mantenimiento de la centralidad de las estaciones ferroviarias de la ciudad, tanto de Renfe como de Feve, y la adecuada integración de ambas redes en el entorno urbano y peri-urbano.

4. La garantía del empleo en el sector ferroviario, es decir, el irrenunciable desarrollo del polígono logística ferroviario de Torneros y el cumplimiento del compromiso de instalación en León del Centro de Regulación y Control de las líneas de Alta Velocidad ferroviaria del Norte y Noroeste peninsular.


Vaya. Vaya. Claro que también nos llama la atención qué clase de master exprés en ingeniería ferroviaria se impartirá en León para que los casi 20.000 asistentes que se calcula acudieron a la protesta tengan fundada opinión sobre la necesidad de que la vía tenga que ser doble. Para tantos que no distinguen alta velocidad de velocidad alta, ya estarán al corriente de que el concepto no es conmutativo pero la duda se resuelve con un póngame la mas cara, el gran argumento debe ser que así es el ferrocarril de los vecinos. Intolerable agravio.

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