lunes, 3 de marzo de 2014

La España innovadora y las lagunas culturales presidenciales

Posibles instrucciones dadas al diseñador del logosímbolo creado para el "Global Forum Spain": mete el punto del Instituto Goethe pa dentro y descoloca un poco los aros como en Seagate. ¡Ah!, y dale un poco de colorido. 

Y aprovechando que global y forum son, acento mas o menos, homógrafos en español e inglés, ¿no podría haber sido "Fórum Global España"? Perfectamente comprensible en múltiples idiomas y con esa eñe que tanto gusta asociar con la "Marca España". Total, los lugareños dados al cabreo, tal y como se ha visto, iban a montarla igual.

Aprovechamos la brevedad del comentario anterior para retacar este post con el comentario de que no hemos visto glosado por los sesudos comentaristas que pueblan los medios de comunicación un espectacular patinazo de Mariano Rajoy durante el "Debate sobre el estado de la nación". Nuestro Presidente del Gobierno justificó el recurso al costosísimo rescate bancario frente a la alternativa posibilidad de liquidar las entidades mas deterioradas en la defensa de los intereses de los ahorradores. En concreto, se refirió explícitamente a los partícipes de fondos de inversión y de pensiones. Un señor que toma tales decisiones, ¿puede ignorar que los patrimonios de esos vehículos de ahorro son independientes de los de las entidades que los comercializan y gestionan? y que, además, tienen obligaciones de diversificación de sus inversiones que limitan las pérdidas que pudieran derivarse de la insolvencia de alguno de sus prestatarios. Así que en ningún caso puede alegarse que el motivo fue la defensa del pequeño ahorrador, perfectamente protegido por la cobertura de 100.000€ que presta el Fondo de Garantía de Depósitos. Los beneficiarios de la socialización de los enormes desfases patrimoniales son los grandes ahorradores cuyas pérdidas potenciales ahora reparten en generosa (3ª acepción) iguala con usted y, sobre todo, las banca extranjera a la que las entidades caídas debían ingentes cantidades de dinero. Y no seremos nosotros los que defendamos que había que cabrear a los bancos alemanes. Bueno, a lo mejor un poquito sí, por insensatos. Claro que por ese camino cabían demandas hasta para el desprestigiado Banco de España por el contemplativo ejercicio de su función supervisora. Pero, ¡diga la verdad hombre!




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