lunes, 13 de enero de 2014

Atribuciones nacionales por antonomasia (III)


Si hay un país que ha vinculado su nombre a una prenda de vestir ese es el archipiélago caribeño de las Bermudas (en inglés Bermuda, en singular), uno de los 17 territorios no autónomos que todavía son objeto de supervisión por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. El pantalón que ese país ha convertido en símbolo nacional hasta el punto de utilizarlo como marca turística extiende sus raíces hasta Huelva, la provincia de donde era natural el explorador Juan Bermúdez que dio nombre a ese territorio por más que este significado palermo (gentilicio de Palos de la Frontera) nunca llegara a desembarcar en esas islas.


Un hecho sorprendente es que la citada prenda forma parte de la indumentaria formal conforme a la peculiar etiqueta de ese país. La que sigue es una imagen de auténticos ejecutivos bermudeños camino del trabajo (esto no es una broma).


Aunque no se trata de un estado nacional, que es el hilo que nos sirve de guía, no podemos dejar de hacer referencia al bikini. Esta prenda de baño presentada en julio de 1946 por Louis Réard tomó su nombre del atolón de la Islas Marshall (independiente de Estados Unidos desde 1990) que tan solo unos días antes de la presentación de esa creación había sido noticia por la prueba nuclear allí realizada. Hoy resulta bastante chocante recordar que el diseñador tuvo que recurrir a la bailarina Micheline Bernardini del Casino de Paris para el acto ante la negativa de las modelos profesionales del momento a lucirlo. No hay que confundir la novedosa creación de Réard, que marcaba la diferencia en el recorte practicado a la braga, con los bañadores de dos piezas que ya se comercializaban desde bastantes años antes. A continuación se muestra un modelo de Jantzen de 1936 y la portada de la revista LIFE de 1945 de la que hemos sacado esa foto, debajo de dos imágenes de las correspondientes a la sesión de presentación del bikini en las que las marcas de bronceado dejan patente el alcance del recorte practicado sobre lo que era habitual en los dos piezas precedentes.


Otras dos denominaciones territoriales no nacionales que han pasado a designar prendas de vestir son americana, reservada para las chaquetas con solapas, y sahariana que aplicamos a las utilizadas en climas cálidos que suelen estar dotadas de unos característicos bolsillo de parche.

El complemento más utilizado para dar un toque de formalidad a la indumentaria es la corbata. Toma su nombre a partir del uso de un pañuelo anudado al cuello utilizado por los jinetes croatas reclutados como mercenarios por el rey francés Luis XIII, aunque la prenda no se hace popular hasta mediados del siglo XVII ya en el reinado de Luis XIV. La denominación consolidó en español una metátesis (crovatta - corvatta) que no sufrió en otro idiomas como el francés (cravate) o el italiano (cravatta). 

En relación con los complementos del vestido cabe constatar que ya no se utiliza para designar una apreciada variedad de cuero procedente de Marruecos la denominación marroquí o marroquín. Nos ha quedado, en cambio, su derivado marroquinería con el que nos referimos a la manufactura de artículos de piel. Entre las materias primas utilizadas en la misma se encuentra el tafilete, un cuero de gran calidad que toma su nombre del territorio magrebí de Tafilalet cuyo nombre forma parte del que recibe una de las 16 regiones en que se divide ese país norteafricano: Mequinez-Tafilalet.

Una de las pieles más apreciadas en peletería es la del armiño (mustela erminea) cuyo nombre científico nos aproxima más a su étimo armenius, "de Armenia". En este territorio independizado de la URSS en 1991 abundaba en la antigüedad este carnívoro que, por ello, fue conocido por los romanos como mus armenius (rata de Armenia).

Dejamos el vestido para irnos a tomar algo. Un irlandés, dicho sin más, tampoco deja lugar a dudas sobre su significado si se utiliza en el ámbito hostelero, sin necesidad de matizar que se desea un café, un sustantivo cuyo uso es recomendable cuando se trata del parejo escocés puesto que esa denominación hace referencia por antonomasia al whisky elaborado en ese reino británico. Cuba es otro país que ha asociado su nombre a una bebida en la indisociable forma cubalibre, el nombre que habrían dado en forma de brindis con su poco español los soldados americanos que habían "liberado" ese territorio de la corona española tras la sangrienta guerra que tuvo lugar a finales del siglo XIX. Si no estuvieran bien comidos bueno sería que empaparan tanta bebida en un suizo, el bollo dulce que nuestra Academia acoge como quinta acepción de ese gentilicio. Mucha menos unanimidad confitera hay en los rusos cuyas características varían considerablemente de un lugar a otro. En todo caso esa denominación ya no es tan inequívoca como las que venimos analizando por lo que salvo que se esté en un establecimiento especializado es necesario utilizar la completa expresión pastel ruso. Y es que ni en la popularísma ensaladilla rusa ha conseguido esa referencia nacional dar el salto a sustantivo por la competencia de la también femenina ruleta rusa. De momento no tenemos ni rusos ni rusas por antonomasia.

Como hemos topado con irlandeses y escoceses merece la pena hacer un inciso para comentar la costumbre que tenemos de llamar ingleses a los habitantes de Gran Bretaña, la mayor de las Islas Británicas, para gran desconsuelo de escoceses galeses. Por contra, conviene tener presente que la también muy utilizada denominación "británico" tiene carácter multinacional puesto que incluye a todos los habitantes de esas islas cuyo territorio comparten el "Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte" y la "República de Irlanda". Ya se ve que referirse a los "súbditos de Su Majestad" es un pequeño galimatías porque este último entrecomillado concepto incluye a los habitantes de los 16 países de los que actualmente es Jefa de Estado Isabel II (Commonwealth Realms) entre los que es muy significativa la presencia de Canadá Australia. Son, por tanto, solo una pequeña parte de los 56 que forman la Commonwealth of Nations. Estos britones no nos ponen las cosas fáciles.



El niño escocés que la marca Scotch
 utilizó durante años como "mascota" 
Escoceses catalanes desempeñan en sus respectivos ámbitos (que en el primer caso llega a los Estados Unidos) la representación de la tacañería. Ese es el origen de que la empresa 3M diera el nombre "Scotch" a la cinta de carrocero que inicialmente solo tenía goma en los bordes para facilitar su retirada tras el trabajo de pintado, un hecho que algunos interpretaron como un acto de tacañería del fabricante al que se quejaron recriminándole que "parecía escocés". La empresa recogió el guante y no sólo aumentó la superficie engomada en los sucesivos productos sino que, adicionalmente, en 1925 adoptó la marca Scotch que en el idioma inglés ha pasado a convertirse en una denominación genérica de esa cinta adhesiva. Algo parecido ocurrió en España donde se adoptó la palabra celo también como resultado del dominio del mercado por una concreta marca registrada (inicialmente Sellotape, el Cello vendría después). 

El éxito de la marca Scotch propició su aplicación a otros productos. Scotch-Brite que se traduce como brillo escocés (brite es una alteración de bright) es el reputado resultado que se conseguía en Escocia al bruñir los metales frotando la bebida nacional con pelo de ganado, procedimiento especialmente eficaz para eliminar el tóxico cardenillo. Esta expresión fue adoptada en los años 50 por 3M para denominar sus esponjillas porque ampliaba su gama de productos con la ya comercialmente popular referencia scotch. En nuestro país resulta notorio en los anuncios del producto que el fabricante ha renunciado a intentar que los españoles lo pronunciemos igual que se hace en los países anglófonos con gran frustración de los británicos residentes en España que se ven obligados, como en tantas otras ocasiones, a españolizar su inglés. Este es un tema que merece un apunte específico porque lo enfático del acento aplicado a la pronunciación de los préstamos del inglés es todo un indicador sociológico. Antes debemos terminar este recorrido multinacional en el que todavía nos quedan pendientes algunos países a los que haremos referencia en un próximo apunte que dará fin a este hilo temático.




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