jueves, 7 de noviembre de 2013

Premio al menosabio desconocido y puentes flotantes (I)


Hace tiempo que no concedíamos una distinción de menosabio. La que en su día creamos para premiar la capacidad de rectificar los errores. Pero tanto ver en diversos noticiarios el tratamiento del gitano incidente que comentábamos ayer, nos ha llevado a detectar una interesante rectificación que la siguiente pareja de imágenes explica bastante mejor que nuestro torpe (y barroco, nos reprochan) verbo.

Titulares de la misma noticia del día 3/11/2013 en las Noticias de Antena 3:
 arriba 1ª edición (15:00), debajo 2ª edción (21:00)

La noticia hacía referencia al, no especialmente inusual, cierre temporal de uno de los puentes que dan acceso a la ciudad de Seattle a través de los lagos que la circundan. Ello a causa de los fuertes vientos que provocaban grandes movimientos de la estructura fuertemente batida por el oleaje. No es que pretendamos que un Ingeniero de Caminos supervise los noticiarios, pero quien rotuló (y el presentador sumisamente leyó) como puente colgante el mostrado en la imagen tiene un peculiar concepto de la acción de colgar. La parte positiva es que concedió a otro miembro de la redacción la oportunidad de considerar que lo mostrado no tenía gran parecido con el Golden Gate, posiblemente el más famoso de los puentes colgantes. Así que ese anónimo periodista tomó la sabia decisión de crear un nuevo rótulo que dejaba sin especificar la tipología del puente. ¡Bien hecho!, puesto que nuestro reconocimiento de menosabio, aunque modesto y sin dotación económica, le ha granjeado a su cadena esa acción.

Las prisas que gobiernan el trabajo de una redacción de noticias probablemente no daban para mucho más, aún con las 6 horas disponibles entre las entregas de los dos boletines reseñados. Por ello asumimos con gusto la tarea de explicar someramente qué mostraban las imágenes, para que la próxima vez, con la información ya precocinada, el periodista de turno tenga la oportunidad de ilustrar un poquito a los espectadores más curiosos. Y es que estaban contemplando una singular estructura poco vista por aquí: un puente flotante.

Solemos asociar esas obras con la ingeniería militar, construcciones de fortuna destinadas a suplir temporalmente la destrucción de los puentes convencionales, como es el caso de la imagen adjunta que muestra uno de los que fueron dispuestos sobre el Rhin en la Segunda Guerra Mundial. Pero, como enseguida veremos, no siempre es ese el contexto que demanda estas estructuras, aunque la mayor parte de puentes soportados por pontones flotantes se ubican en los países menos desarrollados, y muy particularmente en la India. Sirva como ejemplo el que cruza el para los hindús sagrado río Ganges a la altura de la no menos sagrada ciudad de Varanasi (si su título de bachiller amarillea le sonará más Benarés), donde cualquier practicante de esa religión anhela ser incinerado y arrojado a las aguas de esa fluvial deidad (en el hinduismo hay un número indeterminado de dioses, potencialmente incluso más que practicantes de la religión que tiene el injusto punto débil de otorgar la muy condicionante casta por razón de nacimiento).

Puente sobre pontones de Varanasi y vista aérea del mismo junto a las obras de construcción del que está destinado a sustituirlo

La rapidez de ejecución y la provisionalidad son factores que justifican la construcción de este tipo de infraestructuras, aunque su aspecto no tiene por qué ser el de una obra transitoria. Véase el construido en Dubai, que cifra el quinto paso sobre el Dubai Creek y será retirado cuando esté finalizado el puente conocido como "la sonrisa de Dubai" que está previsto inaugurar en 2014. Entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana se retira la sección central, que se distingue en la foto por su firme más oscuro, para permitir el paso de embarcaciones. En la imagen inferior se ve una de esas piezas móviles de aspecto similar a una barcaza amarrada en su lateral.

Otras circunstancia en la que esta tipología de puentes es de gran utilidad es cuando se presenta la necesidad de cruzar aguas profundas que obligarían a construir pilas de gran altura para alcanzar el fondo, máxime si este es de mala calidad resistente y requiere profundizar más en busca de adecuada cimentación. Esta peculiaridad de los lagos de origen glaciar del estado de Washington ha propiciado el desarrollo de la tecnología de puentes flotantes en la que se basan varios de los accesos a Seattle y, en particular, el que soporta el tránsito de la carretera SR 520 sobre el lago Washington. Un paso oficialmente denominado  puente "Governor Albert D. Rosellini Bridge - Evergreen Point" que tiene la peculiaridad de ser, con sus 2,310 metros, el más largo del mundo de esa tipología. Y este tenedor de récords es precisamente el que era noticia anteayer por su cierre al tráfico.


No sólo se trataba de que sus movimientos hicieran peligroso circular sobre el mismo, sino que al tratarse de una estructura con una sección central practicable para la navegación, cuando es azotado por fuertes temporales se recurre a la apertura de ese tramo para aliviar las tensiones soportadas por la estructura. En este caso el citado elemento móvil no es una especie de barcaza, como en el caso de Dubai, sino que una parte de la calzada se eleva para permitir que la sección central se retraiga bajo la misma. Es más fácil verlo en la imagen superior de la composición que sigue, donde se ve el paso navegable habilitado para el tráfico rodado. Debajo dos imagénes de la secuencia de elevación de la calzada y el comienzo de la retracción del tramo telescópico, un proceso que puede verse con detalle en este video. Completa el bloque gráfico una imagen de las calzadas transitoriamente superpuestas junto a un plano de la situación del puente.


Llegados al punto en que nuestro contador indica que hemos acumulado 15 imágenes, parece prudente posponer hasta una próxima entrega el resto de cosas que nos gustaría contar sobre los puentes flotantes.






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