jueves, 24 de octubre de 2013

Edificios zoomorfos: dinosaurios (1ª parte)

Tras la serie de apuntes que hemos dedicado a las pareidolias arquitectónicas, tres de ellos específicamente centrados en las animales, puede ser un buen complemento ahondar un poco en los edificios que evocan abiertamente las formas de algunos animales, ya sin las insinuantes sutilezas de la citada ilusión cognitiva.

Nos gusta arrancar nuestros entradas, en lo posible, desde nuestro entorno mas cercano, así que las formas del Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) situado sobre la rasa litoral de San Telmoentre las localidades de Colunga Lastres, son toda una invitación a dedicar la primera entrada de esta nueva serie a los dinosaurios, los por su etimología lagartos terribles.




Ya se ve en la imagen aérea que se decidió imitar en las formas de ese equipamiento la pisada de uno de sus estudiados, en concreto se reproduce el contramolde de la huella de un terópodo como nos indican los tres dedos, un feroz carnívoro por tanto, por mas que lo que percibe el visitante que se acerca a la instalación es susceptible de otras asociaciones mentales. Y bien merecerían un hermanamiento entre el municipio de Colunga y el condado californiano de San Diego donde se ubica nuestra dilecta San Onofre Nuclear Generating Station (SONGS, canciones, que nos habíamos olvidado  de explicarles en el apunte anterior el por qué de la asociación con Dolly Parton, con la de pechugonas que hay por el mundo). Ya ven que no hay manera de librarnos de las pareidolias, pero es que si a la entrada ese sesgo de la percepción puede pasar inadvertido, al salir, cuando se viene de ver la "parada nupcial" de una pareja de T. Rex representada en el interior, a poco que se vuelva la cabeza, y aunque ha faltado un poco de espíritu lúdico en el remate de las cubiertas, no es difícil que el subconsciente haga su trabajo.

Los dinosaurios han vivido dos grandes oleadas de popularidad a lo largo de la historia, pero la primera pasó bastante desapercibida por estos lares en aquel mundo mucho menos globalizado de los años treinta. Con motivo de la Feria Universal de Chicago de 1933-34 (tuvo dos sesiones de apertura, una en cada año) la compañía petrolera Sinclair aprovechó para lanzar una nueva imagen de marca basada en el brontosaurio. Nótese que ello comportó la incoherencia de asociar ese combustible fósil (añadamos que hay teorías que cuestionan que esto sea así) con un ser que vivió antes de la época en la que es generalmente aceptado que se acumuló la materia orgánica mayoritariamente vegetal que dio lugar al petróleo. O sea, que no hubo colaboración de los saurios gigantes en la fabricación de la gasolina.



En todo caso su lema "envejecido (o añejado) 100 millones de años" ha llevado a muchas personas a datar erróneamente el periodo vital de esos gigantes. Para valorar la oportunidad del lanzamiento de esa imagen de marca hay que tener en cuenta que los grandes monstruos había saltado a la popularidad con el éxito de la película King Kong estrenada en Nueva York en marzo de 1933. 

Para reforzar el lanzamiento, Sinclair creó reproducciones robotizadas de diversas dinosaurios que causaron gran impacto con sus movimientos. La promoción de la marca tuvo continuidad al año siguiente con la edición de un álbum del que se editaron 4 millones de copias, una barbaridad para la época, el cual se cumplimentaba con los cromos que se entregaban en las gasolineras de la compañía. Y esta campaña fue la impulsora de la primera gran oleada de popularidad de los dinosaurios entre los niños, y los no tanto, de Estados Unidos.


En la Feria de Nueva York de 1964 Sinclair repitió el plan expositivo con ejemplares realizados con fibra de vidrio, estos curiosamente sin movilidad pero, por ello, mucho mas duraderos, así es que algunos siguen expuestos hoy en día en el parque Dinosaur Valley de Texas.



La popularidad del brontosaurio de la petrolera propició la construcción  en Florida en 1960 de una estación de servicio con las características formas de ese gran herbívoro. Una instalación que sigue en funcionamiento hoy en día, si quiere verla en Street View la dirección es: 5299 Commercial Way, Spring Hill, FL.



Alguna otra estación de servicio de Sinclair, como la de Wisconsin que se muestra a continuación, también ha recurrido a grandes figuras de dinosaurios pero, generalmente, en composiciones que suelen tener bastante de pegote y poco de arquitectura. Va en gustos.



Inspirado por la Feria neoyorquina el empresario Claude Bell comenzó a construir en 1964 un brontosaurio llamado Dinny con objeto de promocionar el área de servicio que explotaba en la Interestatal 10, junto al pueblo californiano de Cabazon, una obra que no concluyó hasta 11 años después. En 1981 inició la construcción de Mr. Rex que ya solo le llevó 5 años. Y fue la muerte de este emprendedor en 1988 la que impidió la incorporación de la tercera pieza prevista que era un mamut lanudo. Como podemos ver en las fotos, Dinny cuenta con dos plantas comerciales dentro de su cuerpo al que se entra por la cola, mientras que en el caso del T. Rex incluso se puede acceder al interior de la boca.



Mañana, o quizá pasado si la actualidad pidiera prioridad,  continuaremos con la segunda epidemia social de dinosauritis.



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