jueves, 13 de junio de 2013

Faltó valentía

Declaramos de partida y sin ningún disimulo que nuestro personal favorito para el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional era Hervé Falciani, el empleado del HSBC (Hong Kong & Shanghai Bank, entidad que, a pesar de su nombre, tiene su sede en Londres) que puso a los fiscos de media Europa tras la pista de numerosos y muy significados evasores fiscales. Eso es cooperación internacional y lo demás tonterías. No es improbable que el lío de Messi hoy tan en bocas arrancara por ahí. Y ¿qué me dicen del bonito detalle de nuestra Hacienda de esperar a la finalización de la Liga para interponer la querella contra el argentino?

No quitemos mérito la Sociedad Max Plank para el Avance de la Ciencia, pero darle el Premio de Cooperación nos retrotrae al comentario que hicimos sobre la concesión de tantas Medallas al Mérito en el Trabajo a significados miembros del gremio de actores. Sí ya decíamos entonces que a estos lo propio es premiarles su arte y no su transpiración, a los investigadores lo que procede es reconocerles sus contribuciones al avance de la ciencia, y muchas son las que atesora el instituto alemán que acumula 16 Premios Nobel para haber recibido el Premio de Investigación Científica y Técnica, méritos bastante superiores al reparto geográfico de sus proyectos de investigación.

Veamos una aproximación gráfica de los variados campos del saber que son objeto de estudio por los 87 institutos que integran la galardonada organización alemana.

Para reforzar nuestra opinión de que se ha concedido el premio incorrecto conviene recordar que la docta institución ha estado envuelta en diversas polémicas sobre la discriminación salarial de sus colaboradores extranjeros. Pero como es sabido, en "los Príncipe" es la actualidad mediática quien manda y este año en cuestiones científicas tocaba el Boson de Higgs que en todo el mundo solo entienden unos millares de especialistas. La cuestión es que está de moda porque alguien dio en bautizarlo como la partícula de Dios (en concreto Leon Lederman en su libro divulgativo editado en 1993 "La partícula de Dios: si el universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?") y ya no hay portero (de finca urbana o de los que salen en la prensa, da igual a estos efectos) que, ahora que no se lleva mucho el tema de la bolsa, no comente los resultados obtenidos en el CERN. Y nosotros nos preguntamos que habrán hecho los fermiones para que nadie hable de ellos, con lo que nos gusta pontificar de lo que no tenemos ni idea.

Al final, mucha cooperación, pero todo lo importante acaba en Suiza. Los empelotillados  bosones en las inmensas galerías subterráneas del CERN, mientras que por aquí ni siquiera tan esquivos fragmentos de la materia transitarán en años por los casi tan largos túneles de Pajares (27 km del círculo suizo frente a nuestra parejina de casi 25 que, a cambio, son mucho más gordos porque una Ave es bastante mas grande que un bosón).¿Y donde acaba la pasta?, ni que decir tiene que en la muy opaca banca helvética, por mas que traten de convencernos de que ya van colaborando. Si el atraso africano del siglo pasado está muy vinculado a la transferencia de riqueza a las grandes naciones industriales, ahora el expolio tiene como destino los grandes centros financieros y muy particularmente los de la plácida suiza donde no hay sátrapa que no tenga dinero, no ya para asar vacas como decía la orgullosa madre del sindicalero ladrón de los EREs andaluces, sino para arrasar enteros campos de refugiados. Y luego pones la tele y aparece cualquiera de las múltiples organizaciones de la ONU que tienen una disparatada burocracia en la elegante Ginebra a pedir alguna perrina para pagar a toda esa tropa en la que, entre otros casos menos señalados, se coló nuestra Bibiana (rama NY). Nos vamos calentando y ¡a ver si vamos a terminar este apunte cabreados!

Así que aligeraremos el final no sin antes advertir que entre los mas significados miembros del jurado que ayer estaba de guardia se encontraba Enrique Barón, más de un decenio excursionando a Oviedo para esa labor. Este es el eurodiputado que representó a España en la ponencia que propuso como Ciudadana Europea del año a la lideresa de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a quien no negamos la nobleza de sus afanes, pero nos tememos que yerra bastante en los medios. Ahora va a resultar que la desobediencia de la ley es la conducta modelo que nos proponen esos extraños seres llamados eurodiputados. La cuestión es que parece que el exministro gastó toda su atrevimiento en Estrasburgo, como si el socialismo español no tuviera nada que ver con lo ocurrido en el  asunto hipotecario, pero todo vale para darle en las narices al adversario  aunque se ponga en ridículo a la entera nación (esta preposición admite cualquier sujeto político). A estos ¿les habrán explicado en sus presuntamente vastos estudios el llamado Principio de Legalidad que Ada Colau quiere llevarse por delante?

Nos ahorramos el repaso de resto del jurado porque nuestro anterior examen del que entregó el Premio de la Letras no tuvo una acogida demasiado entusiasta y en este, a poco que ahondemos, igual encontramos algún vínculo con la lista de Falciani. Pero para compensarlo ahí tenemos al gentil Montoro con sus amnistía fiscal a mayor gloria de ínclitos personajes que incluso podrían haber sido clientes de su antiguo despacho de asesoramiento Montoro y Asociados. ¡Qué país tan extraordinario el nuestro, dicho sea en el peor sentido de la palabra, en el que es un antiguo asesor quien despacha las perdonanzas de impuestos!

El caso es que estaba claro que nuestro candidato no tenía ninguna oportunidad.

Coda artístico-cultural: el símbolo de la Sociedad Max Planck es Minervala diosa romana de la sabiduría  que está representada en la puerta de la sede muniquesa con una interesante composición seccionada.¡Vente pa España guapina!

imagen tomada prestada de la Wikipedia



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