jueves, 23 de mayo de 2013

"Averración" con sirenas

Ayer escuchamos en Onda Cero un juego de palabras que nos trajo a la mente una apropiada ilustración. Así que la cuestión que les planteamos sobre la adjunta imagen es la siguiente: ¿es la dermatofagia (mordisquearse la piel) una aberración?

Coincidirán con nosotros que lo que no puede negarse es que lo mostrado en la foto es cuando menos una "ave ración". Si su respuesta a la pregunta planteada es afirmativa podríamos incluso hablar de una "aberración en la ave ración" que le habrá parecido una aberración ver anunciada con el título Averración.

No debe confundirse la "autocata" de la imagen con el generoso acto que se atribuía al pelícano, el ave de la que antiguas leyendas decían que en caso de necesidad nutría a sus pequeños con su propia sangre que hacía manar picoteándose el pecho. Por ello, a partir del medioevo la tradición cristiana comenzó a utilizar el pelícano como símbolo eucarístico, al ver en ese acto de amor filial una imagen de la sangre redentora derramada por Cristo que se conmemora en la eucaristía. Incluso  hay un conocido himno, el “Adoro te devote” atribuido a Santo Tomás de Aquino, en el que se llama a Cristo "Jesu Pie Pelicane" (Jesús bondadoso pelícano).
Detalle del retablo de la Virgen del Carmen de la
 Iglesia de San Vicente de la Maza (Guriezo, Cantabria)
Hay que tener cuidado con el asunto de la dermatofagia porque se empieza a profundizar y hay quienes acaban rebanándose unas lascas de mucho cuidado.

En este caso ya cabría hablar de autofagia si no fuera porque los biólogos le han dado a esa palabra un significado preciso para describir un proceso del metabolismo celular equivalente a una especie de suicidio. En todo caso, a la vista de la documentación gráfica de la que disponemos parece que esta es una patología especialmente frecuente entre las sirenas. Estén alerta si tienen la suerte de conocer alguna.


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